EE UU recuerda que aporta el doble que el resto del mundo para lucha antisida
Washington gastará "casi el doble que todos los demás países juntos para luchar contra el sida en el mundo". Con esta rotunda afirmación quiso responder ayer Randall Tobias, responsable de la política antisida de EE UU, las críticas que la política de su país ha recibido desde que comenzó la Conferencia Mundial de Bangkok el domingo.
El último ataque fue el martes, cuando un representante del presidente francés, Jacques Chirac, acusó a Washington de "chantaje moral" por pretender frenar la venta de medicamentos genéricos en los países en vías de desarrollo. Sobre la criticada política de abstinencia sexual como método preventivo, Tobias respondió: "Prevenir el sida es un test de respuesta múltiple. Quienes quieren simplificar la solución a un único método no entienden la complejidad del problema. La abstinencia funciona, ser fiel funciona, los condones funcionan. Cada uno tiene su lugar".
Una trampa de ayuda
Bush ha prometido 15.000 millones de dólares (12.100 millones de euros) en cinco años para 15 países, la mayoría africanos, pero muchos consideran la ayuda una trampa, porque va ligada a políticas de prevención que defiendan primero la abstinencia e impide la compra de genéricos. Sobre este punto, Tobias, antiguo presidente ejecutivo de la farmacéutica Eli Lilly, replicó que su Gobierno insiste en medicamentos de marca para asegurar la calidad y dijo que los fabricantes de genéricos que los quieran registrar en EE UU tendrán un proceso acelerado de aprobación.
Tobias también rechazó las acusaciones de que la decisión estadounidense de lanzar su propio programa de ayuda esté minando la puesta en marcha de un plan mundial. "El error más grave que podríamos cometer es permitir que esta pandemia nos divida. Buscamos el mismo objetivo: un mundo libre de VIH y sida. Cuando cada día mueren 8.000 personas por el sida, la división es un lujo que no nos podemos permitir", añadió Tobias conciliador.
La intervención del representante de EE UU fue interrumpida durante 10 minutos por 50 manifestantes que protestaban al grito de "Está mintiendo y la gente muriendo". Luego permanecieron durante todo el discurso ante la tribuna con carteles en los que se leía: "Miente". Tras el acto, que fue celebrado en un lugar distinto del previsto, Tobias salió rápidamente del pabellón. La rueda de prensa posterior fue cancelada.
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