La UE cree posible un pacto sobre la Constitución "aceptable para todos"
Los Veinticinco se reúnen en Bruselas en una cumbre marcada por los atentados de Madrid
La cumbre europea de dos días que se inicia hoy en Bruselas, la última para José María Aznar, ha quedado marcada por los atentados del 11-M y será el nuevo plan antiterrorista uno de sus logros. Para la historia de la construcción europea, sin embargo, la cita será clave para desbloquear las negociaciones sobre la Constitución empantanadas desde diciembre. El presidente de turno de la UE, el irlandés Bertie Ahern, animó ayer a sus homólogos a que den el paso porque "hay razones para pensar que se puede lograr un acuerdo global aceptable para todos si existe la necesaria voluntad política".
En el documento enviado a las capitales, la presidencia irlandesa asegura que, tras haber hablado con todos recientemente, ha comprobado que "hay un fuerte sentimiento compartido" de concluir las negociaciones "cuanto antes" porque cualquier retraso "haría más difícil" el acuerdo. Reconoce que hay problemas, pero que pueden resolverse "sin demasiada dificultad" y que, por tanto, se dan condiciones para que se reabra de nuevo la Conferencia Intergubernamental (CIG) que, según comentó Ahern hace tres días, podría concluir en junio o incluso antes.
Esos problemas pendientes, ya conocidos, son descritos en el documento enviado a los líderes. El principal es la fórmula para tomar decisiones en el Consejo de la UE. El proyecto constitucional prevé la doble mayoría (de Estados y de población), el sistema que Aznar y el polaco Leszek Miller rechazaron de plano y que los socialistas españoles asumen. Ahora, Irlanda afirma en su documento que la solución "debe estar basada en el principio de la doble mayoría".
El informe no entra en detalles, como tampoco lo harán hoy los jefes de Estado y de Gobierno, pero ya se manejan combinaciones diferentes de esa doble mayoría (50% de Estados y 60% de población, según el proyecto), como 55%-55% o 50%-65%, a los que, además, se les introducirían elementos correctores (doble llave) de forma que sean necesarios al menos cuatro países para bloquear una decisión o que una minoría de bloqueo sólo pueda actuar si representa un mínimo de la población de la UE (entre el 15% y el 20%). "Creemos que se puede encontrar un resultado satisfactorio en el contexto de un acuerdo final", señala la presidencia irlandesa sobre el sistema de doble mayoría.
Los otros dos problemas conectados con el anterior son la composición de la Comisión (los pequeños quieren un comisario por país y los grandes, un Ejecutivo reducido) y el reparto de escaños en la Eurocámara (los pequeños quieren un mínimo de cuatro asientos). En ambos casos, la presidencia irlandesa ve claras opciones de solución.
En otra carta enviada por Ahern a los líderes les dice: "Hay todavía importantes asuntos que resolver, pero estoy convencido de que todos compartimos el sentimiento de lo importante que es para Europa un pronto acuerdo sobre el Tratado Constitucional". Por tanto, todo indica que los líderes europeos acordarán esta noche reabrir las negociaciones. En España se dará una complicación añadida porque, hasta que se forme el nuevo Gobierno, no podrá participar directamente en las negociaciones un miembro del Gabinete socialista, y para entonces ya sólo quedarán dos meses para el límite que quiere fijarse la UE: alrededor, o incluso antes, de las elecciones europeas del 13 de junio.
Para el presidente de la Comisión, Romano Prodi, los atentados de Madrid han puesto más de manifiesto la necesidad de pactar una Constitución, de enviar el mensaje político claro de que Europa está decidida a actuar unida. Prodi declaró que el terrorismo es "el verdadero problema al que nos enfrentamos, la mayor amenaza para el mundo libre desde la II Guerra Mundial". "Ahora, la lucha contra el terrorismo la llevamos todos los europeos en el corazón. Desde lo de Madrid, yo no me siento igual. Lo he sentido como un atentado contra todos". Precisó que, para combatir esa amenaza, "es necesaria la fuerza, pero también la inteligencia", y tras decir que, "en buena parte, el éxito depende de que reine la paz en Oriente Próximo", añadió: "La guerra en Irak no ha mejorado la situación".
Preguntado sobre la intención del nuevo Gobierno español de retirar las tropas de Irak si antes no hay una resolución adecuada del Consejo de Seguridad, Prodi respondió: "Una cosa es ir y otra volver. Hay que analizarlo y estudiarlo teniendo en cuenta las circunstancias". Eso sí, abogó por "un papel crucial" de la ONU.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Cooperación antiterrorista
- PSE
- José Luis Rodríguez Zapatero
- Guerra Golfo
- Presidencia Gobierno
- Misiones internacionales
- Ejército español
- Constitución Europea
- 11-M
- Irak
- Fuerzas armadas
- Cooperación policial
- Atentados terroristas
- Política antiterrorista
- Partidos políticos
- Lucha antiterrorista
- Oriente próximo
- Política exterior
- Defensa
- Unión Europea
- Guerra
- Asia
- Organizaciones internacionales
- Terrorismo
- Eventos