El Gobierno lanza un vasto plan de seguridad por la "persistencia del riesgo terrorista"
El Gobierno anunció ayer la puesta en marcha de un vasto plan de seguridad ante la "persistencia del riesgo terrorista" y "la amenaza evidente" que se cierne sobre España tras la masacre del 11-M en Madrid, según explicó el ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes. El dispositivo incluye a la Guardia Civil, a la policía nacional, autonómica y municipal y a las Fuerzas Armadas, en el mayor despliegue antiterrorista puesto en marcha en España en el inicio de los años 80, con el Plan Especial para el País Vasco, (ZEN) tras una ofensiva de ETA.
Acebes aseguró que el plan supone incrementar el que ya estaba desplegado antes de la matanza -en previsión de un posible ataque de ETA antes de las elecciones generales del 14-M- y añadió que tendrá tres objetivos básicos, o líneas de trabajo: nuevas medidas para la vigilancia "en zonas de gran afluencia de gente" (estaciones, puertos, aeropuertos y espectáculos deportivos), protección de objetivos estratégicos y de servicios básicos (infraestructuras, telecomunicaciones y energía) y medidas de reacción y recogida de información de manera inmediata ante posibles ataques.
El despliegue es el mayor puesto en marcha desde los años ochenta e incluye la participación de las Fuerzas Armadas
Acebes asegura que el plan ha sido "convenido" con el PSOE y los socialistas precisan que han sido "informados"
El dispositivo comenzará por bloques y marcará prioridades "en función del daño que pueda causar" un eventual ataque
La decisión de incrementar las medidas antiterroristas fue adoptada por la Comisión Delegada del Gobierno para Situaciones de Crisis, un órgano creado en 1986 para afrontar eventualidades nacionales o internacionales que puedan poner en riesgo "la vida, la seguridad o el bienestar de los españoles". Acebes explicó que el plan había sido "convenido" con el PSOE, extremo que negaron fuentes de este partido que precisaron que sólo les fue comunicado.
El ministro manifestó que el dispositivo se ha hecho contando con las Fuerzas Armadas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las policías autonómicas y las locales, que en conjunto superan los 300.000 efectivos. "No se puede sumar a todos porque todos no van a estar en este dispositivo", indicaron fuentes de Interior. Ninguna de las fuentes consultadas ha precisado el detalle del despliegue, con el argumento de que un plan de seguridad deja de ser válido "si se cuenta y se dan detalles".
Coordinación europea
El plan, explicó Acebes, es "similar" al que ya han adoptado otros países de la Unión Europea, también en previsión de sufrir un ataque del terrorismo fundamentalista islámico, o de otro signo. Las medidas se van a debatir en el Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE que se celebrará mañana en Bruselas. El ministro agregó que acudirá a dicha reunión con una postura "también convenida" con el partido de José Luis Rodríguez Zapatero.
Las nuevas medidas se irán poniendo en marcha de forma paulatina -"por bloques", dijo Ángel Acebes- y se desplegarán antes en aquellos puntos que se consideren más sensibles, "priorizando en función del daño que se pueda causar" en un eventual ataque.
La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía (unos 130.000 efectivos en conjunto) ese encargarán de los controles en las ciudades y zonas rurales, de los lugares donde se concentran gran número de personas -en especial, los aeropuertos, las estaciones ferroviarias y de autobuses- y los centros donde se celebran grandes acontecimientos culturales o deportivos. Ambos cuerpos ya estaban implicados en un dispositivo de seguridad (en Madrid se llamaba Operación Genil) en prevención de un atentado por parte de ETA y, ya en el 11-M, se encontraban en estado de máxima alerta.
Policías y guardias montarán controles fijos y móviles en las zonas fronterizas, en el interior de las ciudades y en las principales vías de comunicación. El ministro no precisó ayer si se iban a cerrar las fronteras, aplicando algunas de las excepciones que prevé el acuerdo de Schengen. La Ertzaintza y los Mossos d'Esquadra se desplegarán en sus respectivos territorios. Portavoces de ambos cuerpos ya han adelantado que asumen las medidas anunciadas por Acebes.
La Consejería de Interior del Gobierno vasco, de la que depende la Ertzaintza, manifestó ayer que está en "permanente contacto" con Ángel Acebes a raíz de los atentados del 11 de marzo en Madrid y con vistas a la aplicación del plan de máxima alerta antiterrorista. Las policías locales y municipales (más de 100.000 agentes en toda España), especialmente las de las grandes ciudades, se encargarán de tareas de apoyo y de suplir al Cuerpo Nacional de Policía en algunos aspectos "normales" referidos a la seguridad ciudadana.
El papel del Ejército será la vigilancia de los centros estratégicos, de interés para la Defensa, las fronteras, los grandes centros de producción de energía (centrales nucleares y eléctricas) o de almacenamiento de combustible, instalaciones químicas, así como los espacios aéreos y marítimos En general, protegerán "las instalaciones y puntos sensibles".
Para el ministro Acebes, "la mayor amenaza y riesgo proviene del terrorismo", al que "sólo se le puede plantar cara desde la firmeza, la colaboración internacional y los instrumentos legales y judiciales para poder ser más eficaces", por lo que todos los esfuerzos que se hacen en el seno de la UE "son absolutamente internacionales".
Las medidas ha sido adoptadas en la Comisión Delegada para Situaciones de Crisis, que encabeza el presidente del Gobierno y que incluye a los titulares de los departamentos de Asuntos Exteriores, Interior, Defensa, Economía y Hacienda. Si se ha puesto en marcha casi una semana después del 11-M y no inmediatamente después de la masacre ha sido porque su preparación "requiere tiempo".
El despliegue coincide con un comunicado del grupo que Abu Hafs Al Masri, vinculado a Al Qaeda, en el que anuncia que detiene los atentados contra objetivos civiles en España hasta conocer la orientación del Gobierno de Rodríguez Zapatero. El primer comunicado de este grupo a un diario londinense, inmediatamente después del 11-M, no obtuvo crédito alguno. Las fuentes consultadas anoche aseguran que, como en el anterior comunicado, apenas le dan credibilidad, ya que, con anterioridad este grupo reivindicó falsamente otros hechos de envergadura (el apagón de nueva York).
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