El robot tiene calor
'Spirit' echa una siesta todos los días para evitar que se estropeen sus instrumentos
Anclado todavía a su nodriza, el módulo de descenso, y observando el terreno desde una altura de poco más de 1,5 metros, el robot geológico Spirit está notando ya las duras condiciones que reinan en la superficie de Marte, donde llegó el pasado domingo. A sus pies tiene una misteriosa superficie que parece barro pero no lo es, dura y aparentemente quebradiza, que traerá de cabeza a los científicos que allí le mandaron mientras el robot no pueda salir a explorar el terreno.
La tenue atmósfera es bastante más polvorienta de lo que pensaban los diseñadores de la misión, por lo que se alcanzan temperaturas diurnas que, aunque bajas, están hasta 10 grados por encima de las previstas, debido a la absorción del calor solar por el polvo. Esto hace que el robot supere fácilmente los 5 grados de exceso de temperatura respecto a la conveniente para sus instrumentos, ya que disipa peor el calor generado por la batería y los equipos electrónicos, a su vez calentados por cápsulas de plutonio para sobrevivir a las frías temperaturas nocturnas (hasta 105 grados bajo cero). Para paliar el calentamiento diurno, los ingenieros han decidido interrumpir todos los días la jornada de trabajo del robot con una siesta, mientras no mejoren las condiciones meteorológicas, ha informado el Jet Propulsion Laboratory, en California.
Debido a ello, el proceso de puesta a punto de los instrumentos se está retrasando y puede retrasar a su vez la salida del Spirit en su misión de exploración del terreno desolado, sembrado de pequeñas rocas, que mostraron sus ojos, las dos cámaras que coronan el mástil de 1,5 metros de que dispone, en la primera fotografía en color que transmitió el pasado martes.
Los ojos del Spirit son cámaras de alta resolución que permiten obtener imágenes similares a las que se observan en un televisor de última generación y también generar imágenes en tres dimensiones. Lo que el Spirit ve es muy similar a lo que podría distinguir una persona con muy buena visión que estuviera en Marte.
La zona en la que ha descendido está sembrada de rocas, pequeñas en su mayoría. Las cercanas sobresalen unos 20 centímetros del suelo como mucho. En la lejanía se observa alguna roca mayor, así como una meseta más lejana. El robot no llegará a ella, aunque está previsto que recorra unos 500 metros diarios cuando empiece a desplazarse durante unos tres meses, previsiblemente a partir de la semana próxima. Entonces, además de analizar el terreno con todos sus instrumentos, el robot será programado para que excave pequeñas trincheras con una rueda mientras mantiene bloqueadas las cinco restantes. Así se podrá saber por fin, espera Steve Squyes, director científico de esta misión de la NASA, si existe humedad bajo la superficie marciana.
Búsqueda del 'Beagle'
Ayer, la nave europea Mars Express hizo el primer intento de contactar con el módulo Beagle 2, que soltó el pasado 19 de diciembre sobre Marte y que está perdido desde entonces. El intento, que consistió en sobrevolar la zona prevista de caída del pequeño módulo a sólo 350 kilómetros de altura, para captar las señales emitidas por éste,no dio resultado, informó la Agencia Europea del Espacio. Mars Express lo intentará de nuevo hoy y mañana, así como los próximos lunes y martes, pero la esperanza de que el módulo haya sobrevivido y pueda realizar su misión de buscar indicios de vida disminuye cada día.
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