Entierros masivos para evitar epidemias

Unos 5.500 cadáveres han sido ya enterrados en Bam para evitar el brote de epidemias, desde que un seísmo de magnitud 6,3 en la escala de Richter arrasara el viernes por la mañana esta región del sureste de Irán, declaró ayer el gobernador de la provincia de Kerman, Mohamed Ali Karimi. "Por el momento, unos 5.500 cadáveres han sido enterrados en Bam", aseguró Karimi, citado por la televisión pública.

El Ministerio del Interior iraní elevó ayer el balance provisional de víctimas a 20.000 muertos y unos 30.000 heridos, según la televisión iraní, lo que convierte a este terremoto en el más devastador desde el ocurrido en Irán en 1990. El número de muertos podría crecer en las próximas horas, según las autoridades. "Prevemos que aumente la dimensión de la catástrofe", aseguró el ministro de Interior, Abdolvahed Moussavi-Lari, según la radio iraní.

El Gobierno iraní confirma que podría elevarse a 20.000 el número de muertos

El titular de Sanidad declaró desde Bam, la principal ciudad afectada por el terremoto, a unos 1.000 kilómetros al sur de Teherán, que unas 70.000 personas podrían haber muerto o resultado heridas en esa ciudad por el seísmo. "Estimamos que entre el 65% y el 70% de los habitantes de Bam han resultado muertos o heridos", declaró el doctor Massoud Pezechkian. Unas 100.000 personas vivían en Bam antes de la catástrofe.

El rector de la Universidad de Medicina de Kerman (la capital de la provincia), Iraj Charifi, aseguró que unos 350 heridos, que habían sido trasladados a distintos hospitales de la región, han muerto. Sin embargo, unas 20 personas fueron rescatadas ayer con vida de entre los escombros en Bam, gracias a los perros de rescate del Ejército iraní y a los equipos alemanes, informó la agencia de noticias iraní Irna.

En Bora, una ciudad de unos 20.000 habitantes, al sureste de Bam, los equipos de rescate no daban abasto para enterrar las pilas de cadáveres, sacados de entre los escombros. La Cruz Roja iraní transportó cientos de cuerpos al estadio principal de la ciudad de Bam, transformada en un inmenso depósito de cadáveres improvisado. Miles de personas se han quedado sin techo, según el Ministerio de Interior, que ha anunciado el envío urgente de 15.000 tiendas de campaña para alojarles temporalmente.

El ministro de Sanidad, Pezechkian, pidió ayer a la comunidad internacional medicamentos y equipos sanitarios, pero no voluntarios. "Necesitamos sobre todo medicinas y equipamientos, aparatos de ventilación o de radiografías portátiles", añadió. Y precisó que "hasta el momento, casi 4.000 heridos han sido evacuados a otras ciudades de Irán". "Necesitamos urgentemente bolsas de plástico para transportar los cadáveres", declaró por su parte, un responsable de los equipos de rescate a la agencia Irna.

Equipos extranjeros

Los primeros equipos de rescate extranjeros comenzaron ayer a llegar a la zona de la catástrofe. "Ahora hay equipos de una veintena de países sobre el terreno, o a punto de llegar", declaró desde Ginebra Madeleine Moulin, portavoz de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) de Naciones Unidas. En total, unos 600 miembros de equipos de rescate estaba previsto que llegaran ayer a Irán.

Decenas de aviones militares iraníes han sido movilizados para evacuar a los heridos hacia los hospitales de Teherán y a otras ciudades del país. Al mismo tiempo, una multitud de iraníes, procedentes de la región de Bam, trataban de conseguir una plaza de avión para volar hacia la zona siniestrada, en busca de sus familiares. Las comunicaciones telefónicas estuvieron ayer cortadas durante todo el día.

La parte histórica de Bam, construida en adobe, y una de las joyas del patrimonio arqueológico del país ha quedado totalmente destruida, según el alcalde de la ciudad. Bam, lugar de descanso de los mercaderes que hacían la ruta de la seda, era uno de los principales atractivos turísticos del país.

El presidente iraní, Mohamed Jatamí, anunció ayer que visitará la zona afectada por el terremoto hoy o mañana, y ordenó que se agilizaran las labores de rescate. "Acudiré a la región del siniestro en los próximos dos días", aseguró Jatamí, en una intevención televisada en directo. Precisó además que el vicepresidente, Mohamed Reza Aref, y cinco ministros viajaron a Bam el sábado. "He pedido una total coordinación a los distintos organismos y que se aceleren las tareas de rescate para tratar de encontrar a los supervivientes", añadió. En la televisión iraní se pudieron ver ayer imágenes de heridos y cuerpos transportados en aviones a distintas ciudades del país. La prensa iraní, tanto la conservadora como la reformista, expresó ayer sus condolencias por la tragedia. El reformista Sharq aseguraba que los iraníes debían aprender a vivir con los terremotos: "La naturaleza no es violenta, es el hombre el que se convierte en vulnerable al no observar las reglas de la naturaleza". El diario también criticó la laxitud de las leyes que se aplican a la construcción de inmuebles.