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El sida es la primera causa de muerte de los menores de 60 años del mundo

Tabaco, tráfico y enfermedades cardiovasculares se unen a los azotes de los países pobres

La radiografía sanitaria que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó ayer es un mapa de injusticias. Y todas las sufre el mismo grupo de países pobres. Ellos no sólo ven la peor cara de azotes como el sida, la primera causa de muerte entre los menores de 60 años, sino que padecen la amenaza de las "tres epidemias invisibles" : las enfermedades cardiovasculares, las derivadas del consumo del tabaco y los accidentes de tráfico. La OMS destaca que en estos países los indicadores sanitarios son peores que los que registraban hace 25 años.

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El Informe sobre la salud mundial de 2003 de la OMS hace balance del último cuarto de siglo en materia sanitaria, desde la declaración de Alma Ata de 1978 que propugnaba el acceso universal a la atención. Frente a los avances en la mayoría de los indicadores de los países (mayor esperanza de vida, menor mortalidad infantil) existe un grupo, sobre todo africanos, en los que las condiciones son peores que hace 25 años.

La causa inmediata es la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, que causa el sida, que se cobró el año pasado más de 2,2 millones de muertos entre las personas con edades comprendidas entre los 15 y los 59 años, sin contar la parte de las defunciones debidas a la tuberculosis (más de un millón) que se propaga espoleada por la inmunodeficiencia.

Pero sin levantar tanto revuelo avanzan las tres epidemias prevenibles: la cardiopatía isquémica (7,2 millones de adultos fallecidos), las enfermedades relacionadas con el tabaquismo (más de 10 millones entre enfermedad pulmonar obstructiva crónica, infecciones respiratorias y cáncer de tráquea, bronquios o pulmones), y los accidentes de tráfico (900.000 fallecidos), que representan una amenaza añadida para los países pobres, donde sus efectos empiezan a crecer.

Otros aspectos que la OMS destaca en su informe (que puede consultarse en www.who.int/whr/2003) se exponen a continuación.

- Desigualdad. La OMS lo ilustra con un ejemplo: una niña que nazca este año en Sierra Leona tiene una esperanza de vida de 36 años, casi 20 años menos que lo previsto hace una década. La expectativa para una japonesa que venga al mundo a la misma hora del mismo día será más del doble: 85 años (una española, alrededor de 83). La sierraleonesa gastará unos tres dólares al año en medicamentos; la japonesa, 500, y morirá después de una enfermedad crónica "para la que recibirá una atención adecuada".

- Mortalidad infantil. Cada hora, 500 madres africanas pierden un hijo menor de cinco años. Del total de muertes anuales (unos 57 millones en 2002), casi la quinta parte, más de 10 millones, serán niños de menos de un lustro de edad. Prácticamente todos (el 98%) fallecerá en un país en desarrollo. Pese a lo terrible de la cifra, la situación ha mejorado: en 1970 morían 17 millones, según la OMS. Con una excepción: en 10 países africanos, la mortalidad infantil ha aumentado en la última década.

- Erradicación de la polio. Los niños que nazcan en Nigeria, Níger, Egipto, Somalia, Sudán, Afganistán y Pakistán se enfrentan a otra amenaza: el virus de la poliomielitis. En 1988 hubo 350.000 casos en el mundo; en 2003, unos 1.900. El fin de la epidemia está cerca, pero se enfrenta a nuevos problemas, advierte la OMS. El último, los impedimentos de algunos líderes musulmanes a las campañas de vacunación en el norte de Nigeria. La OMS espera erradicar la enfermedad del sureste asiático en 2005.

- Nuevas enfermedades. La OMS ha detectado la aparición de una nueva enfermedad cada año durante las dos últimas décadas. La estrella de 2003 ha sido la neumonía asiática (SARS, en sus siglas en inglés), con 8.000 casos y 900 muertos en todo el mundo. La enfermedad no es importante por su riesgo (aunque su mortalidad sea del 11% y se crea que puede reaparecer este invierno), sino porque muestra la rapidez con que una nueva infección puede extenderse, y la necesidad de contar con un sistema de vigilancia coordinado y transparente, afirma la OMS.

- Sida. Mucho más mortal que el SARS, el sida es la enfermedad nueva que más preocupa a las autoridades. Su impacto en África y Asia es devastador, y es el mejor ejemplo de la desigualdad entre ricos y los pobres más pobres, señala la OMS. Los avances en la medicación han permitido que muchos enfermos de países ricos hagan una vida casi normal. Pero son la minoría. El otro 95% está condenado.

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