Chávez partirá en dos la empresa Petróleos de Venezuela para reventar la huelga

El Gobierno de Hugo Chávez dividirá en dos zonas geográficas y operativas el funcionamiento de la gigantesca empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), para reducir su dependencia de los ejecutivos, informáticos y administrativos de Caracas, casi todos en huelga. Las dos nuevas pedevesas trabajarán en el este y oeste del país, eludiendo el determinante puesto de mando de la capital, según anunció Alí Rodríguez, presidente del monopolio público. El control gubernamental de la compañía estatal primará sobre el tecnócrata en la ofensiva para reventar la huelga petrolera, punta de lanza de la arremetida opositora contra la presidencia de Hugo Chávez.

El arranque de las dos divisiones descentralizadas pasará por el cierre de oficinas y el eventual despido, según fuentes oficiales, de cerca de 6.000 empleados de la plantilla de Maracaibo y Caracas de la segunda petrolera del mundo en tamaño. PDVSA cuenta con 40.000 trabajadores fijos, de los que han parado 30.000, según la oposición. Otros 20.000 son contratados.

La compañía aporta el 50% de los ingresos fiscales y casi el 80% de las divisas del quinto país exportador de crudo. La huelga causó daños calculados entre los 2.000 y 3.000 millones de dólares por el banco de inversión Merrill Lynch. "Sabotearon todos los sistemas informáticos", reiteraron fuentes oficiales.

El Gobierno aprovechará el paro en PDVSA, de efectos demoledores, para ejecutar una purga a fondo, más política que económica, en la gigantesca y tecnificada empresa, que alimenta cerca de la mitad del presupuesto nacional. "Ha empezado la verdadera nacionalización", afirmó Chávez en varias comparecencias. El sector petróleo fue nacionalizado en 1976, pero su gestión respondió a criterios de empresa privada.

El grueso de los gerentes secundó el paro iniciado el pasado 2 de diciembre inmovilizando refinerías, programas, mercantes, exportaciones y el bombeo de los pozos. El Estado es dueño único de PDVSA, valorada en 130.000 millones de dólares. Venezuela, octavo productor de crudo del mundo, vende a Estados Unidos el 70% de sus exportaciones.

"Tenemos el control de la industria, estamos restableciendo la normalidad rápidamente", declaró el ministro de Energía, Rafael Ramírez, a la estatal Venezolana de Televisión. Los petroleros en huelga lo niegan y es difícil establecer el grado de bloqueo de un monopolio con 24 refinerías en Venezuela, Estados Unidos y Europa. Venezuela procesaba tres millones de barriles por día antes de la huelga, que cayeron hasta los 800.000, según datos oficiales, o 20.000, según los portavoces opositores. Fuentes independientes sitúan la extracción en aproximadamente 400.000 barriles diarios. El Gobierno calcula que exportó 13 millones de barriles desde que, hace dos semanas, recuperase el control físico de las instalaciones. Esa cantidad equivale a cinco días de exportaciones normales.

La operación limpieza, puesta en marcha con la ayuda de asesores internacionales, tiene también un flanco presupuestario, porque la burocracia de PDVSA, en torno a los mil millones de dólares, "es más costosa que toda la nómina de la administración pública junta", según sostuvo el ministro. Venezuela, con 24 millones de habitantes, cuenta con más de un millón de funcionarios.

El ministro de Minas e Hidrocarburos, Rafael Ramírez, admitió otras medidas en estudio, entre ellas la venta de CITGO, una de las principales refinerías de crudo de Estados Unidos y subsidiaria de PDVSA. Las refinerías de CITGO en Lake Charles (Luisiana) y en Corpus Christi (Tejas) reciben de Venezuela alrededor de un 50% de su crudo y producen 500.000 barriles diarios. CITGO es el quinto vendedor de gasolina en Estados Unidos, con 13.400 estaciones de servicio.

La depuración de PDVSA obligará a la contratación de personal que responda a los intereses de la revolución bolivariana, convencida de que los petroleros en paro constituyen una tecnocracia nada dispuesta a rendir cuenta al Gobierno y "vendida a intereses extranjeros". Los huelguistas han advertido de que no retomarán sus funciones hasta que Chávez renuncie o convoque elecciones adelantadas.

Asunto espinoso

El definitivo despido o readmisión de los más significados políticamente, los 300 gerentes y altos y medios ejecutivos ya expulsados, es el asunto más espinoso en la negociación presidida por César Gaviria, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). "Más incluso que un eventual adelanto de las elecciones", dijeron las fuentes consultadas. Las elecciones presidenciales están previstas en la Constitución para el año 2006.

A la espera de un acuerdo, el ministro de Energía informó sobre las características de las medidas en curso para PDVSA: la estructura de funcionamiento será más sencilla y parte de una transición hacia cambios más profundos. "La idea central es que nos vamos a focalizar en las operaciones; es decir, vamos a borrar una burocracia que es excesiva y se encuentra ubicada en Caracas", manifestó.