Los latinoamericanos piden a España que medie para que la UE suprima los subsidios

El empeño de dejar fuera de la cumbre de Playa Bávaro las protestas de los latinoamericanos por las subvenciones que Bruselas concede a los agricultores europeos toparon ayer con la determinación de Argentina, que logró que todos sus socios continentales suscribieran un llamamiento en el que "instan" a España y a Portugal a mediar por sus intereses ante la Unión Europea. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, dijo entender esas preocupaciones y se mostró abierto a negociar.

"El debate no se ha planteado de un modo explosivo. Seamos comedidos", afirmó Aznar en una conferencia de prensa posterior. "Existe una preocupación por el tema, pero a España y a Portugal se les reconoce todo el esfuerzo que realizan en este asunto y se les pide que transmitan la preocupación de los latinoamericanos. No será fácil, pero se intentará", añadió.

La protesta de los latinoamericanos quedó excluida de la declaración final, firmada ayer por los 21 reunidos, según los ministros de Asuntos Exteriores habían acordado la víspera, y fue expresada en un documento separado suscrito sólo por la parte americana. La declaración dice simplemente que todos los miembros de la cumbre cooperarán para luchar contra las barreras comerciales en el seno de la Organización Mundial de Comercio, que está próxima a abordar la segunda fase del proceso liberalizador iniciado hace dos años en Doha, la capital del emirato de Qatar.

A ese mismo marco limitó su disposición negociadora Aznar, que, no obstante, afirmó que "España tiene una posición esencialmente abierta a la negociación" y reiteró que "comprende las preocupaciones" mencionadas. Pero también quiso quitarle hierro a la protesta. "La UE", recordó, "es el primer importador del mundo de productos agrícolas iberoamericanos, y eso debe tenerse en cuenta".

Como contexto general de los debates desarrollados ayer en Playa Bávaro, el presidente del Gobierno se refirió a una situación latinoamericana que, dijo, "no es la mejor de las posibles, pero tampoco la peor que hemos conocido". "Si echamos la vista atrás", añadió, "se ha ganado en estabilidad institucional y en desarrollo. Es verdad que se han producido crisis graves, pero, con todas sus dificultades, y pese a la tragedia que pueda suponer para muchos latinoamericanos, la situación actual es mucho mejor que la de la América Latina llena de dictadores y de políticos populistas de otras épocas".

Aznar afirmó que la solución de los problemas económicos actuales no pasa por "una vuelta al populismo", y recordó que el objetivo de las cumbres iberoamericanas es precisamente fomentar la estabilidad institucional y democrática, la inversión y el crecimiento económico como "bases de la lucha contra la pobreza".

Ese enfoque legal debe regir los movimientos migratorios potenciados por la crisis, que los 21 reunidos en Playa Bávaro se comprometieron ayer a regular. Aznar negó haber tenido problemas con Ecuador por este asunto, aunque la delegación ecuatoriana expresó su intención de pedir al presidente español que aclare los rumores de que España quiere que la Comisión Europea imponga el visado a los ecuatorianos.

"Es un hecho que los ecuatorianos no necesitan visado, y yo sólo hablo de realidades", dijo. "Ayer, el presidente de la República Dominicana dio las gracias públicamente a España por los acuerdos firmados en materia de inmigración y los dominicanos necesitan visado. También hay un convenio con Ecuador, que funciona muy bien". Aznar reiteró que la decisión de imponer visado corresponde a la Comisión, "no lo decide España", y concluyó que "es mucho más fácil crear debates artificiales" que arreglar los problemas.

También se refirió a los problemas nacionales concretos abordados en la cumbre, empezando por el de Argentina. El presidente español se reunió ayer con el líder argentino, Eduardo Duhalde, y propuso la resolución aprobada en la cumbre para apoyar a las autoridades de Buenos Aires, que acaban de aplazar el pago de una deuda de 850 millones de dólares al Banco Mundial, en sus negociaciones con el FMI. Aznar manifestó que espera que las autoridades monetarias internacionales "cooperen" para que se alcance un "pronto acuerdo".

El presidente expresó su "respaldo" al proceso brasileño que se dispone a dirigir Inácio Lula da Silva, y, antes de hacer un aparte durante el almuerzo con Hugo Chávez, confió en que comience un "proceso de reencuentro y reconciliación" en Venezuela. También anunció que España va a entrar en el Banco Centroamericano de Integración Económica y ha lanzado un nuevo Programa de Cooperación Regional con Centroamérica.

Aznar salió anoche hacia París, donde hoy asistirá a la presentación del partido de centro- derecha dirigido por el ex primer ministro francés Alain Juppé.