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XII CUMBRE IBEROAMERICANA

Los líderes aprueban la profunda reforma de las cumbres propuesta por Aznar

El brasileño Cardoso, encargado de lograr un nuevo esquema menos retórico y más efectivo

Juan Jesús Aznárez

Las cumbres creadas por Felipe González hace 12 años serán refundadas por José María Aznar. La XII Cumbre Iberoamericana encomendó al presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, la dirección de un equipo que revise el funcionamiento de unas reuniones que han perdido relevancia porque derrochan retórica y apenas son fructíferas. La propuesta de reforma, presentada por España y aprobada por unanimidad, prevé que la comunidad iberoamericana designe representantes en la ONU y en otros foros internacionales.

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El presidente español discrepa, por tanto, de quienes consideran que las cumbres han sido tribunas huecas que emiten una demagógica declaración final sobre la consolidación de la democracia, el desarrollo sostenible, la injusticia, la corrupción o el terrorismo. "La cumbre ha conseguido una importante consolidación. (...) Hay muchos países que llaman a la puerta de la comunidad iberoamericana; hay muchos países que quieren entrar", declaró Aznar en una conferencia de prensa. "Cuando ninguno de los países miembros quiere salir, y muchos quieren entrar, eso significa que las cosas se han hecho razonablemente bien".

Cuando deje la presidencia en manos de Luiz Inácio Lula da Silva, en enero próximo, el brasileño Cardoso integrará un grupo de trabajo que deberá presentar sus conclusiones antes de la celebración de la XIII Cumbre Iberoamericana, en la ciudad colombiana de Santa Cruz de la Sierra.

Los gobernantes aprobarán una "propuesta refundacional casi, profundamente reformadora", según destacó Aznar. El experimentado Cardoso, presidente durante dos mandatos, tendrá que establecer la posición de la comunidad iberoamericana sobre la petición de entrada de diversos países en el grupo, al parecer, varios caribeños de habla inglesa, Guinea Ecuatorial y Puerto Rico, Estado libre asociado a EE UU. Una de las fórmulas es incorporar la figura del país observador o asociado, o fórmulas intermedias.

La estructura de la agenda tenderá al consenso. La actual secretaría de Coordinación de la cumbre, según el previsible nuevo diseño, no sería suficiente, y la secretaria de Cooperación Iberoamericana puede pasar entonces a ser permanente. Esta secretaría revisaría los actuales programas de cooperación o plantearía nuevos.

El pretendido fortalecimiento de la cohesión interna de unas cumbres que se desvanecen después de su cita anual pasaría por una mayor visibilidad internacional. Además de los asientos que corresponden a los países miembros, la comunidad iberoamericana, según las bases de partida de la reforma en preparación, nombraría a su representante en Naciones Unidas y otros foros, a semejanza de la Unión Europea.

Formatos europeos

El desarrollo de un nuevo formato, propuesto en la cumbre de Lima, el pasado año, es otro de los ejes. "Queremos aproximarnos cada vez más a los formatos europeos", dijo Aznar. "Contamos con la experiencia de la comunidad iberoamericana y europea, y sabemos lo que funciona y no funciona (...). Se trata de avanzar en la cohesión". Las reformas parecen imprescindibles para resucitar unas citas devaluadas.

El presidente argentino, Eduardo Duhalde, en camiseta y pantalón corto, atendía el viernes a sus nietos en la piscina del complejo hotelero donde ayer quedó clausurada la XII Cumbre Iberoamericana, cuya declaración recuerda las 11 anteriores. "Habla con papi", aconsejaba Duhalde a un nieto que le pedía ayuda para colocarse unas gafas de buceo.

El Papi, EE UU, observó cómo los gobernantes hablaron nuevamente de sus muchos problemas, centrifugándolos sin mayor trascendencia que la solidaridad y los propósitos de la enmienda rara vez complidos. El nuevo catálogo de buenas intenciones, la Declaración de Bávaro, actualizó la relación de infortunios y la necesidad de aunar esfuerzos en defensa de la gobernación y el liberalismo económico y contra la deuda externa o el narcotráfico.

Las cumbres han sido una repetición de escenarios y en ocasiones las posiciones e intereses de España y Europa, como en el asunto de los subsidios agrícolas o de la emigración abordados en la cumbre terminada ayer, diverge. Fidel Castro casi siempre ha ocupado las primeras páginas, seguido por asuntos políticos, desde la Ley Helms-Burton o las pruebas nucleares francesas, debatidos durante horas y horas.

Cardoso, veterano de estas cumbres, aprovechó las arenas caribeñas para darse un chapuzón y poner las cosas en su sitio. El efecto de las cumbres, declaró, es "simbólico" y ayudan a mejorar la capacidad de negociación, el contacto personal, la confianza recíproca y el conocimiento de las posiciones de cada uno de los gobernantes. Esos contactos, en su opinión, disminuyen los riesgos de conflicto y agravamiento de problemas. "Cuántos problemas con Argentina se han resuelto con una simple llamada telefónica, antes, a [Carlos] Menem, y ahora, a [Eduardo] Duhalde", dijo el presidente encargado de reformar las cumbres para conseguir que, además de predicar, den trigo.

José María Aznar se despide del rey Juan Carlos tras la conclusión de la Cumbre Iberoamericana.
José María Aznar se despide del rey Juan Carlos tras la conclusión de la Cumbre Iberoamericana.REUTERS

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