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El PP rechaza retirar las subvenciones a la Fundación Francisco Franco

Carlos E. Cué

El debate sobre las polémicas subvenciones a la Fundación Francisco Franco llegó ayer con toda su dureza al Congreso de los Diputados. El PP rechazó la posibilidad de retirar las subvenciones, entre abucheos y cruces de insultos por parte de algunos diputados de los partidos de la derecha y la izquierda.

La mayoría de la oposición (PSOE, IU y Grupo Mixto) sostiene que esta fundación se dedica a la 'apología del franquismo' y que a pesar de ello recibe cuantiosas subvenciones del Ministerio de Cultura. En los últimos tres años, desde que el PP obtuvo la mayoría absoluta, la cantidad ha ascendido a 20 millones de pesetas, según la socialista Carmen Chacón. Para demostrar que la Fundación Francisco Franco se dedica a ensalzar la figura del dictador, la diputada de Izquierda Unida, Marisa Castro, leyó las bases de esta institución, donde se dice claramente que se dedicará a 'contribuir a la proyección del ideario de Francisco Franco'.

La iniciativa de retirar las subvenciones surgía de Joan Saura, diputado de Iniciativa-Verds, quien fue más allá de las cuestiones relacionadas con la fundación y pidió la destitución de la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, por haber dicho que lo que hace la Fundación Francisco Franco es simplemente 'una interpretación histórica' del alzamiento nacional. 'No se puede hablar en esos términos de algo que significó un drama para miles de españoles', espetó Joan Saura, quien acusó al PP de 'legitimar' el alzamiento con sus continuas negativas a condenarlo expresamente.

Acceso a los fondos

Respecto a esta fundación existe otro problema. Según reconoció la diputada del PP Beatriz Rodríguez persiste la anomalía de que no permite el acceso a sus fondos a todos los investigadores. Y además, admitió Rodríguez, la 'dudosa vigilancia' que hace de su archivo podría provocar la pérdida de los documentos.

El PP no quiso sin embargo retirar las subvenciones. Y con su mayoría rechazó -154 en contra, 109 a favor- la propuesta de Saura apoyada por PSOE, IU y el Grupo Mixto. CiU se abstuvo porque la moción incluía la reprobación de la ministra, y este grupo nunca apoya iniciativas de ese tipo.

La diputada Marisa Castro, en tono airado, recriminó la actitud del partido del Gobierno, le acusó de 'connivencia' con los sectores de la extrema derecha española y le exigió que sea 'más respetuoso' con los españoles que, como ella, sufrieron la represión del franquismo. Los populares, entre abucheos y risas, la llamaron demagoga. Al final, y con los aplausos de los socialistas, Castro pidió a 'los jovencitos' del PP que traten con más respeto un asunto que, como se pudo ver ayer en el Congreso, sigue alterando los ánimos de los políticos.

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