La crisis obliga a Rato a rebajar de nuevo el crecimiento
El Gobierno recorta dos décimas, hasta el 2,2%, la previsión de aumento de la economía
El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, se ha visto obligado a revisar a la baja y por segunda vez su previsión de crecimiento económico para este año. Del 2,9% con que elaboró los Presupuestos de 2002, pasó al 2,4% y, ahora, al 2,2%. Éste sería el peor resultado en los seis años de Gobierno del PP, que Rato atribuyó a que la economía mundial tardará en salir de la crisis más de lo que se esperaba. Éste será el segundo año con crecimiento cero en el comercio mundial, justificó el vicepresidente. En cuanto a la inflación, Rato dio este año prácticamente por perdido.
Rato cerró ayer el curso económico con el anuncio de que éste será el peor año desde que se ocupa de la cartera de Economía, aunque mejorará en 2003. Así lo planteó ayer ante el Consejo de Ministros, que aprobó la segunda revisión a la baja de las previsiones de crecimiento para 2002, hasta el 2,2%, frente al 2,8% de 2001. La mayoría de los analistas ya advirtió al Gobierno hace meses de que el 2,9% inicial era excesivo y la Comisión Europea daba a España un 2,1% la pasada primavera. Para 2003, se propone alcanzar un 3% y sobre esta base se van a elaborar unos Presupuestos con déficit cero.
El vicepresidente justificó esa rebaja de las expectativas inmediatas en que la recuperación de la economía mundial 'va a ser más lenta de lo que se esperaba'. El derrumbe de las bolsas por la desconfianza en la contabilidad de las empresas, el clima de inestabilidad, sobre todo en Latinoamérica, y 'los dos años consecutivos en que, por primera vez en la historia, vamos a tener un crecimiento cero en el comercio mundial', serían las causas.
La inversión en bienes de equipo sufrirá las consecuencias de esa crisis exterior, según Rato, y la construcción empezará a desacelerarse. Frente a un crecimiento del 2,5% en 2001 para esta variable, el Gobierno espera un 1,9% en 2002 y alcanzar el 3,8% un año después. Pese a este recorte, las previsiones de crecimiento del empleo se mantienen en el 1,1% para este año y en el 1,8% en 2003, unos 400.000 nuevos puestos de trabajo en total. Rato argumentó que las reformas laborales permiten crear más empleo con menos crecimiento.
No todos pierden
Razones de uso interno para explicar las peores perspectivas para 2002, pocas y muy matizadas. Por ejemplo, las pérdidas en Bolsa no son tan generalizadas como parece y se han compensado por la revalorización del patrimonio inmobiliario. Rato explicó que de los siete sectores en los que se puede invertir en Bolsa, tres han caído y cuatro han subido este año. Aconsejó, en cualquier caso, mantenerse estables para obtener 'más ganancias'.
En consecuencia, Rato no ve por este lado riesgos adicionales para el consumo. Las nuevas previsiones presentadas ayer mantienen su crecimiento en el 2,2% para este año, frente al 2,8% de 2001. Para 2003, la recuperación llegaría hasta el 2,9% debido, sobre todo, a la rebaja del impuesto sobre la renta prevista.
Las señales negativas están en la venta de coches -caída del 6% en julio- y en el turismo, dos sectores con un elevado peso en la economía. El vicepresidente matizó que, si no fuera por el descenso del turismo en Baleares -con su polémica ecotasa-, el sector podría crecer un 2% este año. La menor afluencia de turistas alemanes (un 11%), 'por la coyuntura de aquel país', es otra de las razones.
El otro punto negro es Latinoamérica, con una situación que se agrava por momentos. Aunque hasta ahora Rato no había pronunciado públicamente la palabra contagio, ayer aseguró que ya había advertido del riesgo ante el FMI y el G-7 para solicitar 'una acción más dinámica'. El tiempo 'nos ha dado la razón', aseguró. En la zona están comprometidas un 6% de las exportaciones españolas y un alto volumen de inversiones.
Sobre la inflación, el vicepresidente dio ayer la impresión de que en 2002 la batalla está perdida. La inflación, dijo, es un problema monetario, y ésa es una responsabilidad del Banco Central Europeo (BCE). Argumentó que el crédito en España crece a un ritmo del 14%, mientras que la media de la UE está en el 6%.
No dio su previsión de IPC para final de año, que los analistas sitúan muy cerca del 4%, frente a un objetivo oficial del 2%. Únicamente se ha revisado al alza el deflactor del PIB (del 2,8% hasta el 3,5%), un concepto más amplio, que incluye precios de consumo y de producción. Las estimaciones se han realizado con una perspectiva de estabilidad de tipos de interés y un precio del barril de petróleo a 24 dólares. Para 2003 confió en la fortaleza del euro y en que bajen los precios de los alimentos y del turismo.
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