Los Presupuestos de 2003 intentarán otra vez el déficit cero pese a la desaceleración económica

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy los Presupuestos del Estado para 2003, que perseguirán el déficit cero como objetivo conjunto del Estado, Seguridad Social, comunidades autónomas y ayuntamientos. Pese a que los organismos internacionales, incluida la UE, señalan que la recuperación económica tardará más en llegar de lo previsto, el Gobierno mantendrá su objetivo de crecer el 3% y aumentar un 1,8% el empleo. En un año que inicia la pendiente electoral, los Presupuestos incluirán la rebaja del IRPF (3.000 millones de euros) y contemplarán crecimientos del gasto social, en seguridad ciudadana, justicia e inversiones por encima de la media (4,1%).

El año 2003, según el Ministerio de Hacienda, sería el tercero con equilibrio presupuestario, aunque no es exactamente así. El año 2001 se cerró con un pequeño déficit del 0,12% del PIB, y lo que ocurra en 2002 está por ver. La realidad es que serán los terceros Presupuestos que se diseñan con ese objetivo, aunque las circunstancias económicas son bastante distintas.

El crecimiento económico arrastra dos años de declive y el clima actual es de incertidumbre. Las previsiones de los organismos internacionales, y en especial de la Unión Europea (UE), señalan que la recuperación internacional se aplaza. Los principales países de la zona euro, sobre todo Francia y Alemania, ponen en cuestión el Pacto de Estabilidad, que en España se quiere aplicar a rajatabla.

El objetivo para 2003 es que la suma sea de equilibrio, con un reparto similar al previsto para 2002. El Estado mantendría un déficit del 0,5% del PIB, que se compensaría a efectos contables con un superávit de la Seguridad Social en el mismo porcentaje. Las comunidades y ayuntamientos deberán cerrar sin déficit en el primer año que tendrán que aplicar la nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria.

La previsión de crecimiento económico es del 3% en términos reales y cercano al 6% incluida la inflación. Si, como prevén la mayoría de los expertos, el año 2002 se cierra con un crecimiento por debajo del 2% (el 2,2%, según el Gobierno), para lograr el 3% al año siguiente la recuperación económica debería ser bastante rápida y consistente.

Así lo espera el Gobierno en un año que estará marcado por las citas electorales hasta el final de la legislatura, en los comienzos de 2004. El 2003 no será un año de subidas de impuestos -al contrario que 2002-, sino que arrancará con la segunda rebaja del IRPF desde que gobierna el PP. Los Presupuestos reflejarán unos menores ingresos para Hacienda de 3.000 millones de euros a través de las retenciones en las nóminas y en los rendimientos del capital y plusvalías.

Esa cantidad restituye lo que Hacienda ha ingresado de más en los últimos cuatro años, al no haber actualizado la tarifa ni las deducciones del IRPF. Ésta es una de las razones que explican la subida de la presión fiscal en los últimos años. Los impuestos especiales que gravan el consumo de tabaco, alcohol y carburantes no se modifícarán y, en general, las tasas subirán un 2%. El IVA de los productos de higiene femenina (tampones y compresas) bajará al 7%, informa Europa Press.

La supresión del impuesto de actividades económicas (IAE) para el 90% de las pequeñas empresas y la subida para las grandes se incluirá dentro de la ley que regule el nuevo sistema de financiación local. Esta norma se tramitará en paralelo a los Presupuestos de 2003, ya que se trata de un tributo local. Junto a los Presupuestos se aprobará posiblemente hoy también la denominada Ley de Acompañamiento, que será remitida al Consejo Económico y Social (CES) para dictamen. Esta ley se utiliza para los cambios más variados y es un cajón de sorpresas hasta el último momento. Los Presupuestos y la Ley de Acompañamiento han de estar aprobados a finales de año para su entrada en vigor en enero de 2003.

En conjunto, los ingresos del Estado aumentarán en torno al 4%, según la previsión oficial, porcentaje inferior al del crecimiento nominal de la economía (cerca del 6%). Los gastos crecerán un 4,1%, también menos que la riqueza nacional. Las prioridades incluyen prácticamente todas las competencias que el Estado mantiene después de la cesión en 2002 de la sanidad a las comunidades autónomas, como consecuencia del nuevo sistema de financiación.

La primera es el gasto social, aunque no hay mejoras previstas en las prestaciones. Una de las razones del crecimiento acelerado es que la inflación probablemente llegará a diciembre de este año en torno al 4%, y habrá que compensar dos puntos a los pensionistas. La decisión será si el desfase se carga a este año o al próximo. En inversiones, la razón es que los fondos europeos exigen proyectos cofinanciados que arrastran al Presupuesto nacional. El aumento en seguridad ciudadana responde al debate político del momento.

Superávit hasta agosto

Las cifras de ejecución de los Presupuestos hasta agosto, publicadas ayer, indican que a esa fecha el Estado obtuvo un superávit del 0,3% en contabilidad nacional (derechos menos obligaciones). En caja (pagos e ingresos realizados), el saldo fue negativo en 7.087 millones de euros, un 33,2% menos que en el mismo periodo del año anterior. Los ingresos han caído un 11,3%, y los pagos, un 13,9%.