La familia Miró retira de la Fundación sus obras en protesta por el cese del director
El nieto mayor del pintor califica de prepotente la decisión del alcalde popular de Palma
'El cese ha sido un acto de prepotencia y una descortesía, una decisión tomada sin comentarnos nada a la familia, ni con debate previo en la comisión de gobierno de la fundación', explicó Emilio Fernández Miró, nieto mayor del artista. El portavoz de la familia anticipó que en una carta al alcalde de Palma y presidente de la fundación, Juan Fageda, del Partido Popular, todos los herederos formalizarán la retirada de unos once cuadros, dos tapices y dos esculturas. Se trata de la parte más significativa del corpus mironiano de Palma que se encuentra expuesto o en las cajas fuertes de la entidad, al tratarse de obra firmada, y que pertenece a las colecciones particulares de los descendientes.
'Cuando se vaya el director, en septiembre, recogeremos las obras cedidas', concretó Fernández Miró. La familia Miró ha discrepado durante los dos últimos años de la política del ayuntamiento. En 2001 evitó que la modista Agatha Ruiz de la Prada expusiera vestidos con motivos mironianos en la fundación; luego protestó por la mala imagen cultural ofrecida con motivo de una exposición en Nueva York, cuando seis personas del ayuntamiento se beneficiaron de una cara invitación. 'Fue triste y provinciano', opinó entonces el nieto del artista Joan Punyet Miró. El alcalde de Palma ha llegado a dudar del altruismo de Joan Miró al crear su fundación y hacer las donaciones de terrenos, casas y obras. Estas palabras fueron consideradas una afrenta por los herederos.
'Falta de elegancia'
Emilio Fernández Miró asegura que la excusa formal para la retirada de sus obras en préstamo radicará en la necesidad de completar el reparto de la herencia de su abuela, Pilar Juncosa. 'Es cierto que el ayuntamiento tiene competencias para nombrar al director, que es un cargo de su confianza, pero es una falta total de elegancia, un gesto inamistoso hacerlo de manera unilateral, sin audiencia a los miembros gestores o rectores de la fundación, sin contar con nosotros', agregó.
La plantilla de empleados de la fundación expresó por carta al ayuntamiento una queja laboral sobre aspectos de la gestión de Aurelio Torrente, por otra parte un personaje de consenso y de prestigio en el mundo cultural. La concejala de Cultura, Carmen Feliu, explicó públicamente la no renovación del contrato que Torrente tenía asegurado. Ayer fue imposible conocer la opinión del afectado, que se halla de viaje fuera de Mallorca.
El rechazo de la familia abre incógnitas sobre la trayectoria inmediata de la institución, a un año de las elecciones municipales, periodo en el que el Ayuntamiento del PP espera cubrir el puesto de director de manera provisional. Oficialmente se trata de una no renovación del actual contrato de dirección, vigente desde 1997 y que fue logrado por Torrente en competición con otros 44 candidatos al cargo. Con anterioridad, Torrente fue director del Museo Español de Arte Contemporáneo y de la Fundación ICO y trabajó en Roma y Nueva York. Torrente y sus antecesores, Miquel Servera y Pablo Rico, contaron con el beneplácito inicial de la familia Miró.
La Fundación Pilar y Joan Miró perderá 11 óleos, -entre los que destacan Le nuit, los cuadros quemados, y los repintados-, dos tapices y dos esculturas.
Una gran parte de las piezas que Joan Miró y su esposa, Pilar Juncosa, legaron a la entidad de Palma, para exponerlas en el taller de Josep Lluís Sert y en la casa de Son Boter, fueron telas sin firmar, dibujos, carnés de proyectos y obra gráfica. El edificio de Rafael Moneo, en cuyo espacio estrella se exhiben las piezas que serán retiradas, se levantó con los ingresos generados por casi medio centenar de mirós, que se subastaron en en Sotheby's, fruto de una donación ex profeso de la esposa del artista, Pilar Juncosa.
La salida de Torrente hace peligrar el principal proyecto que el aún director y los herederos habían programado para junio de 2003 en Palma: un inédito diálogo de mujeres de Miró y Picasso, en una exposición titulada Les femmes. Estaría integrada por una selección de 14 grandes obras de ambos genios de la pintura del siglo XX, cedidas por el Pompidou de París, la familia Picasso, el museo Reina Sofía, la Fundación Miró de Barcelona y los herederos de Miró. 'Son obras fundamentales, cuadros con temática o nombre de mujer, de épocas paralelas, entre 1920 y 1940, de muy difícil préstamo y transporte, de la que Torrente ha sido el gestor y comisario previo. Si está fuera es lógico que no quiera trabajar en la muestra', concluyó Emilio Fernández Miró.
Babelia
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