Los Miró notifican la retirada de sus fondos de la fundación

Los herederos de Joan Miró rompieron ayer definitivamente -por carta- con el Ayuntamiento de Palma de Mallorca, del PP desde 1991. De inmediato, la Fundación Pilar y Joan Miró, en Mallorca -que está sin director desde el 2 de septiembre, tras el cese decretado por el PP de Aurelio Torrente-, se queda sin rector, no tendrá el empuje de sus mecenas y, en especial, pierde los que han sido sus fondos más significados y relevantes.

La colección privada de los sucesores de Miró está integrada por 11 telas, dos tapices, dos esculturas y una serie de grabados y dibujos, hasta 23 piezas distintas. El gran bronce Maternidad, la escultura Personnage servilleta y el cuadro Le Nuit, más los cuadros quemados y los kiscth repintados son los elementos más destacables que ya no estarán expuestos ni conservados.

El 20 de septiembre, a las diez de la mañana, los Miró anuncian que efectuarán la mudanza. 'No está decidido cuál será el destino de las obras. Algunas se han de limpiar, otras requieren ser restauradas', explicó ayer Emilio Fernández Miró, quien añadió que hasta que el alcalde de Palma, Juan Fageda, haya recibido la misiva de ruptura y retirada de fondos, prefería no divulgar su contenido.

Los Miró, en realidad, son ya tres generaciones de mecenas y parientes vinculados a la entidad desde que Pilar Juncosa y Joan Miró crearon la fundación en 1981, mientras Palma de Mallorca tenía un alcalde del PSOE (Ramon Aguiló). Hace 21 años, la familia Miró regaló los tres talleres de Son Abrines y Son Boter -entre ellos la joya arquitectónica del taller de Josep Lluís Sert-, las obras inconclusas y bocetos existentes en el momento de su muerte en sus estudios, y el conjunto de solares y jardines privados del entorno.

Rafael Moneo levantó en el territorio legado, en 1990, la nueva sede con los fondos económicos obtenidos en 1986 gracias a la subasta de cuadros donados por Pilar Juncosa y sus herederos, su hija Dolors Miró y sus nietos, el citado Emilio, Joan Punyet Miró, Teito Punyet Miró y el fallecido David Fernández Miró, quien fue el faro para la joven saga, con su vocación de poeta, traductor y editor.

Los nietos y la hija de Miró cumplirán lo que anunciaron el pasado 16 de julio: retiran sus obras en protesta por el cese del director, que consideran un error, una falta de cortesía y una agresión. La renovación del contrato del gestor -que se decidió no cumplir sin consulta ni comunicación previa a los Miró ni al interesado- estaba prevista en función de los proyectos que se preparaban. El PP justifica el cese y se escuda en una protesta escrita por parte de la plantilla del centro cultural.

Los Miró afirman que la ruptura que ejecutan procede de este acto 'prepotente, grosero e inamistoso', y comentan que en los últimos cinco años habían coincidido de manera especial con el estilo y línea de Torrente, con el que preparaban dos grandes muestras, una en Estados Unidos y otra, Miró-Picasso, en Palma. En una reciente reunión del alcalde con los nietos de Miró, cuando éstos exigían el retorno de Torrente, el edil ofreció la dirección de la fundación a Joan Punyet para solventar la crisis.

Los herederos del artista suponen que el Ayuntamiento del PP no tiene interés en mantener la línea independiente de la Fundación Miró y que, por el contrario, pretende primar el lanzamiento y colección del futuro Museo de Arte Moderno y Contemporáneo. Las instituciones de Baleares levantan este museo en Palma, en el lugar y con el proyecto elegidos por el empresario de prensa Pedro Serra, que exhibirá su colección privada de arte.