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Condenado a ocho meses de cárcel por delito fiscal el ex administrador de Codorníu

La Audiencia de Barcelona condenó ayer a ocho meses de prisión y multa de 360.607 euros (60 millones de pesetas) por delito fiscal a Manuel Raventós Artés, ex administrador de Codorníu, por la venta de unas acciones en 1990 a través de sociedades interpuestas. La sentencia también condena a seis meses de cárcel y 338.443 euros de multa a Julio Bonet y a Carlos Folchi Bonafonte, por su intermediación en la operación, y absuelve a José Cisa y Guillermo Jarque. La fiscalía reclamó en el juicio penas que oscilaban entre los 18 y los 24 meses de cárcel. Codorníu anunció ayer que recurrirá contra la sentencia ante el Tribunal Supremo por considerar que la operación no fue fraudulenta. Raventós no tiene antecedentes penales, por lo que, si la sentencia fuese firme, no ingresaría en prisión y se beneficiaría de la libertad condicional que le concede el tribunal.

La sentencia asume la tesis de la fiscalía y asegura que Codorníu, 'con el propósito de defraudar a la Hacienda pública', realizó diversas operaciones para no abonar una cuota tributaria de 56,3 millones de pesetas por la venta de las 17.000 acciones a través de la sociedad Sadema, que simuló comprar por 28 millones la compañía Inracosa, creada para este fin. Las acciones acabaron vendidas a la firma inglesa National Carrier por 188,9 millones de pesetas, cuando su valor real era de 1,1 millones de pesetas. Para borrar el rastro, la venta de las acciones se autoliquidó en 1990 a través de Inracosa y de Pinyer, SA, una sociedad inactiva que aparece también relacionada con la descapitalización de Grand Tibidabo. El tribunal impone a todos los condenados la pena accesoria de imposibilidad de obtener subvenciones públicas y de beneficiarse de incentivos fiscales.

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