El Ejército de Israel invade Hebrón mientras anuncia la inminente liberación de Arafat

Un equipo de seguridad internacional formado por británicos y norteamericanos, avanzadilla de un destacamento que llegará en los próximos días, empezó ayer a estudiar con el presidente Yasir Arafat la entrega y custodia de los seis presos de Ramala, condición imprescindible requerida por el Gobierno de Israel para proceder al levantamiento del asedio de Ramala. El plan de pacificación, diseñado por el presidente George W. Bush y aceptado el domingo por israelíes y palestinos, empieza a hacerse realidad. El Ejército penetró de nuevo en Hebrón y causó allí nueve muertes.

La antigua prisión británica de Jericó, Tel As Sultán, volverá a estar controlada dentro de pocos días por las fuerzas de seguridad británicas, que custodiarán allí, por tiempo indefinido, a los seis presos de Ramala. Cuando el traspaso, traslado y confinamiento en este centro de los detenidos, bajo custodia internacional, haya concluido, entonces el presidente 'Yasir Arafat será libre y podrá ir a cualquier lugar, donde él quiera', según aseguraba ayer el ministro de Defensa israelí, Benjamín Ben Eliezer.

Los detalles del traspaso de los presos empezaron ayer a ser estudiados con toda minuciosidad por los expertos internacionales de seguridad, el presidente Yasir Arafat y el equipo de las fuerzas de seguridad palestino. Los expertos, que habían llegado a la zona aquella misma mañana procedentes del Reino Unido, antes de dirigirse a Ramala, pidieron efectuar un rodeo y visitar la cárcel de Jericó, el lugar escogido por los palestinos para sus prisioneros.

Hamdi Qoraan, Bassel al Asmar, Majdi Rimauni, militantes de base del Frente Popular de Palestina condenados a penas de 18, 12 y 8 años de prisión, respectivamente, por su participación en el asesinato del ministro de Turismo Rehavam Zeevi, perpetrado el mes de octubre en un hotel de Jerusalén, y Ahed Abu Gholma, supuesto responsable del brazo militar del FPLP, las Brigadas del Mártir Abu Ali Mustafá, sentenciado a un año de cárcel, cumplirán en Jericó sus penas. En su encierro estarán acompañados por el secretario general del FLPP, Ahmed Saadat, y el responsable de las finanzas de la seguridad palestina, Fuad Shubeiki, acusado de contrabando de armas.

Aunque no existe fecha concreta para el traspaso de estos presos a los carceleros internacionales, todos coinciden en que la operación será 'rápida'. Un portavoz de la Casa Blanca anunciaba que el traslado se efectuará 'en un día o dos'. Pero el ministro de Defensa, Benjamín Ben Eleizer, ha recalcado, sin embargo, que el procedimiento podría 'tomar varios días'. Aunque Ben Eleizer no explicó las razones de esta demora, en medios diplomáticos se asegura que este retraso 'será el tiempo que necesite Israel para conseguir bloquear la comisión de investigacion de la ONU en Yenín', y que constituye la contrapartida exigida por el Gobierno de Ariel Sharon a la Casa Blanca.

Israel, que ha conseguido en poco menos de una semana tres aplazamientos consecutivos para el envío de la misión de la ONU a la zona, insistía ayer en una serie de condiciones y garantías, con las que trata de impedir que los resultados de esta pesquisa puedan ser utilizados en su contra ante los tribunales internacionales de justicia. El Consejo de Seguridad se preparaba anoche para una nueva reunión, en la que se debían estudiar las quejas israelíes. En medio de este rompecabezas diplomático, que trata de establecer un alto al fuego en la zona, Ariel Sharon se resistía ayer a abandonar la opción militar. Lanzó una feroz ofensiva contra Hebrón y su región en venganza por el asesinato de cuatro civiles en el asentamiento de Adora el domingo. Más de 300 tanques, apoyados por helicópteros de combate, protegieron ayer la entrada de los hombres de las Brigada Golani, Nahal y los paracaidistas, que en pocos minutos se hicieron con el control de Hebrón e impusieron el toque de queda.

La operación Muro de Defensa, oficialmente finalizada hace cuatro días, ha rebrotado con brutalidad en Hebrón; nueve muertos, cerca de un centenar de heridos y ochenta detenidos, según aseguraba ayer la organización de derechos humanos Law. Los servicios de la Media Luna Roja han quedado inmovilizados por orden del Ejército israelí; un médico palestino fue abatido de un disparo en el estómago cuando trataba de asistir en la calle a un herido, afirman los vecinos. El mando militar asegura que en la operación han conseguido por ahora la detención de un dirigente de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y la muerte de uno de los miembros del comando que atacó la colonia de Adora.