Hijos de las cárceles franquistas
La guerra civil dejó una España sembrada de cadáveres y miseria. La posguerra no fue mejor. Las prisiones tenían internos que no figuraban en los registros: los hijos de las encarceladas republicanas. Nadie sabe cuántos fueron, ni qué sucedía cuando llegaban, con suerte, a cumplir los seis años y a salir de prisión. La Iglesia y el Estado se encargaban de su 'reeducación'. A muchos les cambiaron los apellidos, mientras emprendían el camino del seminario o de la adopción por familias católicas y 'adictas al régimen'.