Wim Duisenberg ha destapado sus cartas. El todopoderoso presidente del Banco Central Europeo (BCE) sorprendió ayer a todos y anunció que dejará el cargo el 9 de julio de 2003, día en que cumplirá 68 años. El holandés dispara así la carrera por su sucesión, que corresponderá a un francés. Duisenberg fue elegido en 1998 por ocho años.
El Gobierno francés reconoció ayer que el país crecerá este año un 1,5%, un punto menos de lo previsto en los Presupuestos. El ministro de Economía, Laurent Fabius, arropó esta desnuda verdad con la esperanza de un futuro mejor: la recuperación será clara en la segunda parte del año y se sostendrá durante 2003.
El presidente del SCH, Emilio Botín, se mostró ayer menos pesimista que en ocasiones anteriores sobre el futuro de Argentina. Tras las últimas medidas económicas del Gobierno de Eduardo Duhalde, 'que parecen que cuentan con el apoyo del FMI, va encaminando hacia un sistema financiero viable'.
El número dos de CC OO, Rodolfo Benito, lanzó ayer una advertencia al líder de la central, José María Fidalgo, y afirmó que su destitución abriría 'una crisis irresponsable' y de incalculables consecuencias en el seno del sindicato. Con ello apuntó la posibilidad de que el enfrentamiento derive en un congreso extraordinario.
Philips, el mayor fabricante de productos de electrónica de consumo, registró en 2001 el peor ejercicio de su historia al sufrir unas pérdidas de 2.604 millones de euros, frente a los beneficios récord que obtuvo el año anterior de 9.602 millones.