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El PSOE se adjudica el mérito de haber forzado al Ejecutivo

Anabel Díez

La dirección federal del PSOE acogió ayer con satisfacción el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las comunidades autónomas gobernadas por socialistas por el que éstas aceptan la transferencia de la sanidad. 'Con nuestra presión hemos conseguido que en España no haya sanidad de primera y de segunda, sino que todos los ciudadanos tengan una prestación digna y adecuada', señaló el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, quien elogió la negociación mantenida por los dirigentes de Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Asturias y Baleares.

Aunque no todas las comunidades gobernadas por el PSOE tienen igual grado de satisfacción, la dirección federal invita a comparar las cifras que el Gobierno les ofrecía hace un par de semanas con el resultado final. 'El Gobierno ha cedido', apostilla Blanco.

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Este dirigente rechaza la apreciación del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien en declaraciones a la cadena Cope dijo que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, trató de arrastrar a los presidentes autonómicos socialistas hacia el 'no' a estas transferencias.

Forma y fondo

El acuerdo 'hubiera podido firmarse igualmente sin amenazas, sin autoritarismo, sin la espada de Damocles que pendía sobre toda la financiación autonómica', reprocha Blanco. Este dirigente hace referencia a la enmienda introducida por el PP en el Senado a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado según la cual las comunidades que no aceptaran la transferencia de la sanidad quedarían fuera del nuevo sistema de financiación autonómica acordado en julio. Tanto el responsable de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla, como la titular de Sanidad, Consuelo Rumi, precisan que es necesario discernir dos planos: Por un lado, el dinero que las comunidades demandaban para acoger la transferencia de la sanidad en condiciones de prestar a los ciudadanos un servicio adecuado, y, de otro, 'la imposición' de de aceptarla. Por tanto, la discrepancia está en 'las formas democráticas que no se han respetado', señala Sevilla.

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Hace tres semanas, Rodríguez Zapatero se reunió con los cinco presidentes socialistas concernidos en el traspaso de la sanidad y se acordó que fueran ellos los que tomaran la decisión de aceptar o no en función de los intereses de sus ciudadanos. La ejecutiva federal se limitaría a rechazar 'el método autoritario' utilizado por La Moncloa.

A partir de ahora, los servicios jurídicos del PSOE estudiarán si presentan un recurso de inconstitucionalidad relativo a ésa y otras enmiendas introducidas por el PP en el Senado, como la que creó el impuesto de hidrocarburos.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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