Israel da doce horas de tregua a Arafat para que detenga a 36 terroristas palestinos
Los laboristas seguirán en el Gobierno de Sharon
El Gobierno de Israel decidió ayer conceder una tregua de 12 horas a la Autoridad Palestina exigiéndole como contrapartida la detención de un relevante grupo de dirigentes y militantes radicales palestinos. Esta pausa, que supone el primer punto de luz en la crisis surgida como consecuencia de los atentados del pasado fin de semana y que fue pactada entre el presidente Yasir Arafat y el ministro de Exteriores israelí, Simón Peres, deja en suspenso los bombardeos de la aviación israelí sobre territorios autónomos palestinos.
Las fuerzas de seguridad israelí, que se vieron obligadas ayer a cancelar por el mal tiempo las operaciones de castigo contra los palestinos, han recibido órdenes de suspender durante 12 horas más las acciones militares como consecuencia de un pacto verbal suscrito entre Arafat y Peres, en el transcurso de una conversación telefónica que a su vez fue negociada por el enviado de la Unión Europea, Miguel Ángel Moratinos.
Israel ha exigido como contrapartida a esta tregua al bando palestino que detenga a 36 líderes y militantes radicales, cuya lista fue entregada al propio Arafat. Esta lista supone una versión reducida de una anterior en la que se reclamaba el arresto de más de un centenar de activistas de Yihad Islámica y de Hamás, así como de otras organizaciones menores, y que la Autoridad Palestina nunca llegó a cumplir.
Al mismo tiempo, el Gobierno de Israel ha decidido dar carta blanca a la policía palestina, facilitándole movimientos por los territorios autónomos, para que pueda llevar a cabo las detenciones. Los responsables palestinos de seguridad habían paralizado en las últimas horas las operaciones poniendo como excusa los bombardeos y la imposibilidad de moverse por los territorios con facilidad.
La concesión de esta tregua supone un cambio de actitud importante del Gobierno de Ariel Sharon, que hace dos días acordó declarar a la Autoridad Palestina 'entidad colaboradora del terrorismo' y puso en marcha un plan de represalias sin hacer caso de una tregua de cuatro días que los emisarios de Arafat pedían al jefe del Ejecutivo. Este giro, crucial, del Gobierno israelí es resultado de las presiones ejercidas por el emisario norteamericano, Anthony Zinni, la Unión Europea y los ministros laboristas, con Simon Peres a la cabeza, que habían amenazado con abandonar el Gabinete de unidad nacional y provocar la caída de Sharon. Ayer por la tarde, mientras cada una de las piezas del puzzle político trataba de guardar la compostura, Peres anunció la decisión de continuar en el Gobierno y con él los otros siete ministros laboristas.
'Queremos ver qué hace Arafat y si se toma en serio las exigencias del mundo entero', aseguró un portavoz del Ministerio de Defensa, que dirige el laborista Benjamín Ben Eliezer, refiriéndose al periodo de tregua, que ellos prefieren llamar 'pausa'. El portavoz recalcó que las 120 detenciones efectuadas hasta ahora por Arafat no incluyen a ningún elemento importante de los grupos terroristas.
Y otro dato para la esperanza: el mediador norteamericano Anthony Zinni anunció para hoy una entrevista con Arafat. La primera en los tres últimos días, lo que permite suponer que su cometido continúa, a pesar de los rumores que aseguraban su vuelta precipitada a EE UU y el fin de una misión, calificada de 'imposible': conseguir un alto el fuego entre israelíes y palestinos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.