Israel rompe con Arafat y prosigue su asedio contra la Autoridad Palestina
El Ejército israelí reanuda los bombardeos sobre Gaza y Ramala
El Gobierno de Israel ha endurecido su postura en el conflicto de Oriente Próximo. Tras una reunión de urgencia, el Gabinete de seguridad israelí ha decidido romper todos los contactos con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat y ha señalado, en un duro comunicado, que "Israel se defenderá por sus propios medios" para poner fin a los atentados sin contar con la Autoridad Palestina.
Mientras, el Ejército israelí ha reiniciado esta tarde los bombardeos contra objetivos de los servicios de seguridad palestinos en Gaza, Ramala y Jenin después de que la pasada noche atacase Ramala, la ciudad donde reside Arafat desde que comenzara la represalia por los atentados suicidas de Jerusalén y Haifa.
El ataque sobre Ramala ha sido llevado a cabo por helicópteros Apache, que han disparado varios cohetes contra una comisaría cerca de la oficina del presidente de la Autoridad Palestina.
Por el momento no se ha informado de víctimas ni tampoco de los daños materiales que ha ocasionado el bombardeo, aunque la ciudad se halla a oscuras desde que cayó la noche por orden de los organismos de seguridad.
Antes de reanudar el castigo sobre territorios palestinos, un palestino ha muerto por disparos del Ejército israelí cerca de la ciudad de Jan Yunes en el sur de la franja de Gaza, según han indicado fuentes hospitalarias.
Por la mañana, los tanques han llegado a las mismas puertas del edificio de la ciudad cisjordana donde se cobija Arafat, aunque su vida no corre peligro, según ha garantizado el ministro de Justicia, Meir Sheetrit.
Sheetrit ha afirmado en la radio israelí que su país no va a atacar a Arafat personalmente pero también que el líder palestino "no va moverse de donde está", esto es, no se le va a permitir salir de Ramala, donde se encuentra desde los atentados suicidas de hace diez días.
"Desde nuestro punto de vista, Arafat ha dejado de existir". Con estas palabras, según el diario Haaretz, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha confirmado la rupura de relaciones entre Israel y la Autoridad Palestina. El diario, que cita fuentes ministeriales, asegura que hubo absoluta unanimidad entre los miembros del Gabinete y ni siquiera fue necesario recurrir a una votación.
En el comunicado hecho por el Gabinete de crisis se señala que Arafat "ya no es relevante" y que ha dejado de ser la "dirección correcta" a la que dirigirse para tratar de solucionar el conflicto.
En consecuencia, el Gabiente ha autorizado una serie de acciones de represalia que, según Haarezt, no serán muy diferentes a las operaciones que actualmente lleva a cabo el Ejército israelí. No declaran la guerra de forma específica a la ANP, pero sí citan la necesidad de represalias para dañarla y desvirtuar sus símbolos de autoridad y legitimidad.
Ofensiva terrestre en Gaza y Cisjordania
Pocas horas después de que Israel anunciara que multiplicaría sus operaciones "de limpieza antiterrorista", como las ha denominado el Gobierno, tropas de infantería entraban en distintos puntos de Gaza y Cisjordania bajo control de la Autoridad Nacional Palestina. Carros de combate y tropas israelíes permanecen a sólo doscientos metros de las oficinas de Arafat en Ramala.
El portavoz de las Fuerzas Armadas israelí, Ron Kitri, que informaba esta madrugada de las acciones por tierra, ha dicho que el objetivo "es luchar contra los terroristas", y que "de hecho, lo hacemos como si no existiera la ANP", y sus 40.000 efectivos policiales.
Las operaciones por tierra siguen a los bombardeos de la Fuerza aérea en diferentes puntos de Gaza y Cisjordania en represalia por el atentado de ayer contra un autobús de línea junto al asentamiento judío de Emanuel, en Cisjordania, en el cual perdieron la vida diez personas y resultaron heridas veinticuatro.
A pesar de la ANP condenó ayer los atentados en un comunicado oficial, el Gobierno israelí volvió a culparla. "Se trata de una acción concertada para sabotear cualquier esfuerzo en favor del alto el fuego", señalaba el portavoz israelí Avi Pazner.
Dura condena del Papa
El papa Juan Pablo II ha condenado con inusual contundencia la crítica situación de Oriente Próximo y ha arremetido contra la violencia desplegada tanto por israelíes como por palestinos, que, según sus palabras, son fruto de "dos extremismos diferentes" y sólo contribuyen a "desfigurar el rostro de Tierra Santa".
El pontífice ha realizado estas declaraciones en el comienzo de un encuentro con líderes católicos religiosos procedentes de Oriente Próximo, a quienes ha transmitido su preocupación por la situación.
"Desgraciadamente, nos encontramos en un momento que no dudaría en calificar como dramático", ha asegurado el Papa. La población está siendo "aplastada por dos extremismos diferentes que, independientemente de las razones que los alimentan, están desfigurando el rostro de la Tierra Santa", ha añadido.
Ha añadido que es triste que "nuestros hermanos judíos y musulmanes no caminen juntos con los cristianos en el intento convertir Tierra Santa una tierra de paz de nuevo.
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