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MONTESINOS EN PERÚ

Chávez detuvo a Montesinos cuando sus escoltas iban a entregarle a la Embajada de Perú

Una operación de la policía militar de Venezuela frustró el plan de los guardaespaldas

Juan Jesús Aznárez

El ex asesor del presidente Alberto Fujimori quedó ayer recluido en la fortificada Base Naval del Callao. Los detalles de su captura, facilitada por la detención en Miami de uno de sus cómplices, fueron proporcionados por el ministro de Interior de Perú, el general retirado Antonio Ketín, también apodado El cazador, quien logró, en 1993, la detención de Abimael Guzmán, presidente Gonzalo, caudillo de la guerrilla terrorista Sendero Luminoso.

La entrega fue comprometida el 23 de junio, y, a las 9.00 de ese día, la embajada peruana en Caracas recibió la orden de movilizarse. El prófugo era engañado: sus custodios le dijeron que debían cambiarlo de domicilio porque les pisaban los talones tras la detención de Miami. 'Su deseo era deshacerse porque estaban cansados de él y era una papa caliente. Y, ¡qué bueno!, recibiendo unos cuantos dólares de recompensa', dijo el ministro.

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La Operación Jaque Mate había entrado en su jugada final el 22 de junio, cuando un venezolano identificado como José Guevara, ex agente de los cuerpos de seguridad, fue detenido por el FBI al pretender retirar una suma de dinero de una cuenta secreta de Montesinos en el Pacific Industrial Bank de Miami. La policía terminó acordando con él la entrega a cambio de una recompensa a repartir con sus otros cómplices. ¿Hubo encubrimiento por parte de las autoridades venezolanas?, se le preguntó a Ketín. 'Eso lo dirá el tiempo'.

A las 21.30 del día 23, dos ciudadanos venezolanos, uno de ellos identificado como José Luis Núñez, ex miembro de los servicios de espionaje venezolanos, salen de su escondite en un Toyota blanco. En la parte posterior viaja la presa, ajena a la traición en curso. Su depósito en la embajada estaba pactado para las 22.15. 'Pero Vladimiro no llegó. ¿Qué pasó en el camino?', se cuestionó el ministro. 'Es interesante la coincidencia, esa interrupción'.

Policías del Departamento de Inteligencia Militar (DIM) habían interceptado el vehículo. Poco después, durante la clausura de una cumbre andina, el presidente Hugo Chávez anunciaba la histórica aprehensión. 'Un éxito del general Rosales (DIM)', afirmó. El FBI y los servicios de espionaje peruanos optaron por no comunicar sus planes dudando de la sinceridad de Venezuela, y habiendo comprobado que el evadido residía en ese país desde el 7 de diciembre, extremo que, en su día, negó Caracas. Ketín comunicó los problemas padecidos durante un viaje anterior a Venezuela en un avión de la Fuerza Aérea, con el propósito de recibir datos de sus informantes sobre el paradero del perseguido. 'Tuve dificultades que prefiero pasar por alto'. De hecho, el titular de Interior y Justicia de ese país, Luis Miquilena, se mostró sorprendido con su presencia, y el peruano temió que la próxima vez no le permitieran aterrizar. El día de la captura reservó dos asientos en un vuelo comercial.

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Perú, según su principal delegado en las investigaciones, tenía previsto informar a las autoridades locales sobre la entrega de Montesinos en la legación, después de producida, 'para que ellos, a su vez, hicieran los trámites correspondientes, y nos apoyaran como lo hicieron esa noche '. Conciliador, el general evitó la confrontación diplomática con el Ejecutivo de Caracas, inevitable a juzgar por la enumeración de datos que colocan lo en una situación incómoda. 'Agradezco la celeridad de la entrega, efectuada en tiempo récord', dijo.

Armas de guerra Durante la Operación Jaque Mate fueron intervenidas numerosas armas de guerra, una veintena de vehículos de lujo, joyas, dinero en efectivo y casas de seguridad. También debieron reestructurarse los equipos de espionaje al detectarse la existencia de un topo.

A caballo de las sucesivas revelaciones, el presidente venezolano admitió la posibilidad de que algún funcionario policial se hubiera corrompido. 'Es una mafia muy cercana a quienes gobernaron el país y fueron derrotados', dijo citando a los ex presidentes Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi. Siendo teniente coronel en febrero de 1992, Chávez encabezó un frustrado cuartelazo contra el primero. Un total de 93 militares repitieron la intentona el 27 de noviembre de aquel año, fallaron y recibieron asilo en Perú. Hugo Chávez correspondió con el encubrimiento de quien lo facilitó, según la oposición venezolana.

Un grupo de manifestantes clama contra Montesinos y Fujimori, en Lima.
Un grupo de manifestantes clama contra Montesinos y Fujimori, en Lima.AP

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