Alierta afirma que Telefónica no negociará la crisis de Sintel

El presidente de Telefónica, Cesar Alierta, afirmó ayer que Telefónica 'no participa en la mesa de negociación de las crisis de sus proveedores, ya que los problemas de los proveedores son de ellos'. Con estas palabras, el presidente de Telefónica contestaba a los sindicatos CC OO y UGT, que han solicitado al Ministerio de Ciencia y Tecnología que la operadora de telefonía se implique en la solución de una empresa que fue filial suya hasta 1996.

La dirección de Sintel ha pedido la quiebra, al no poder aportar los 20.000 millones de pesetas de déficit patrimonial que han determinado los interventores, y la admisión de la quiebra por parte del Juzgado de Primera Instancia número 42 de Madrid es inminente.

Alierta hizo estas manifestaciones después de la firma de un convenio con el presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, en Valencia. Alierta recordó que Telefónica vendió Sintel en 1995 y que siempre han cumplido los compromisos comerciales antes y después de esa fecha.

Ramón Górriz, de CC OO, recordó ayer que Telefónica vendió Sintel en abril de 1996 (dos meses después de que ganara las elecciones generales de 1996 con el último Gobierno del PSOE en funciones). Según Górriz, Telefónica tiene un alto grado de responsabilidad en la crsis de Sintel y, por ello, debe ahora implicarse en la solución al problema de 1.808 trabajadores.

Adolfo Jiménez, presidente del comité intercentros de Sintel, fue ayer más allá, y dijo que si el Gobierno no propone en la reunión de hoy en Madrid una salida sólida que se haga cargo de la plantilla, pedirán que Telefónica absorba la plantilla de Sintel. En la reunión de hoy estarán de nuevo presentes los secretarios generales de CC OO y UGT del metal, Ignacio Fernández, Toxo, y Manuel Fernández, Lito, y representantes del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Ambas partes reclaman un esfuerzo para solucionar el problema, pero todos miran de reojo a Telefónica. Sin embargo, el presidente de esta empresa dejó claro ayer su posición al afirmar que no se implicará en la salida de la crisis.