El laboratorio de 'vacas locas' es inseguro
El centro para el análisis de la enfermedad ha sido denunciado por las condiciones en que trabaja
Traslado al Rectorado
El laboratorio donde se analizan las muestras de las vacas sospechosas de estar afectadas por la encefalopatía espongiforme, el centro de referencia en España encargado de señalar los casos positivos, ha sido denunciado por inseguro y debe compartir el instrumental con otros departamentos. Sito en la facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, tiene un nombre pomposo: Centro Nacional de Referencia de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (CNREET). Su plantilla asciende a siete personas, su presupuesto no pasa de ocho millones y ocupa apenas 20 metros cuadrados. Su equivalente en Francia cuenta con una dotación de 5.000 millones.Este centro debe ahora lidiar con denuncias por problemas de seguridad. El último incidente data de la muestra analizada de la vaca Parrula, de Carballedo (Lugo), la primera vaca que ha dado positivo por un caso de encefalopatía espongiforme en España. El rectorado de la Universidad de Zaragoza debe resolver una denuncia por las condiciones de inseguridad en que se desarrolla el trabajo en este centro. Esta denuncia está relacionada con un escrito del personal docente y de administración.
El laboratorio de referencia tiene su sede en la facultad de Veterinaria de Zaragoza. Se creó en 1996, cuando el mal de las vacas locas adquirió gran repercusión en Europa y todos los países se dispusieron a adoptar medidas. Allí se analizan todas las muestras de animales sospechosos de encefalopatías, tanto en lo que respecta a vacas como a las ovejas (scrapie). Según datos oficiales, en dicho centro se analizaron 665 muestras en 1998, 740 en 1999 y estaba previsto analizar 1.000 en el presente año. Aunque existen otros laboratorios colaboradores, en León, Barcelona y Vizcaya, todo caso sospechoso ha de ir a parar a este centro. Sin embargo, dicho laboratorio no es un espacio estanco, separado radicalmente de otras dependencias de la universidad. Está ubicado en un antiguo almacén y comparte áreas e instrumental con otros departamentos, concretamente con la unidad de Histología y Anatomía Patológica. Una de las puertas de acceso da directamente al pasillo próximo a la cafetería. Según personal de otros departamentos, el acceso no está suficientemente restringido.
La precariedad de este centro ha motivado ya un conflicto. El pasado 23 de noviembre tuvo entrada en la secretaría de la Facultad de Veterinaria un escrito de queja por un incidente de seguridad. En dicho escrito se expone que el día anterior se había confirmado el primer caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en España y que dicho diagnóstico se había efectuado en el centro de referencia con sede en dicha facultad. "Para la realización del diagnóstico, las muestras se han procesado utilizando los aparatos que componen la cadena de procesado histológico rutinario y que es general a todo el laboratorio. Este instrumental es utilizado para todos los trabajos normales que se realizan en la unidad y por el CNREET, que no posee duplicado de este sistema de procesado. Dadas las especiales características de resistencia del agente de la EEB, puede considerarse que este instrumental y sus diversos reactivos y componentes pueden sufrir contaminación, ya que no se tomaron las debidas precauciones de seguridad". El escrito dice que "hasta el día 22 de noviembre no se ha informado de este riesgo a las personas que trabajan en la unidad y utilizan este instrumental". El escrito se queja de que "durante casi un mes se ha estado trabajando en el laboratorio ajenos a este riesgo y hasta fecha de hoy no se ha procedido a la limpieza y desactivación adecuada del instrumental". El escrito concluye que estos hechos "ponen de manifiesto una falta de seguridad que puede tener graves consecuencias en el futuro".
El escrito de queja provocó la reunión del comité de seguridad y salud de la Facultad de Veterinaria. De acuerdo con el decanato "habida cuenta de la trascendencia del tema" se trasladó el asunto al rector de la Universidad. La vicerrectora, Blanca Conde, reconoció la denuncia y que se ha solicitado un informe a la Unidad de Protección de Riesgos Laborales. "Es una situación extraña porque para nosotros supone un honor que este laboratorio esté en nuestra universidad. Es un laboratorio que se genera a solicitud del Ministerio de Agricultura por lo que entiendo que habrá unos sistemas de evaluación". Conde entiende que el asunto se resolverá a la mayor brevedad posible. Sobre si un centro de esta categoría debería tener su propio instrumental, Blanca Conde reflexiona que "quizás deberían pensar en dotarle de otras instalaciones, no tanto por eliminar riesgo, como para descargar trabajo".El caso no concluye ahí, puesto que tanto profesores como personal administrativo de la Unidad de Histología y Anatomía Patológica han firmado un escrito en el que confirman que en sus instalaciones "se manipulan y procesan para su estudio rutinario muestras de ganado bovino para su diagnóstico". Los firmantes explican la "normal preocupación sobre los trabajadores y personal de la unidad sometidos a posibles riesgos". Por tanto, piden al servicio de protección y seguridad en el trabajo de la universidad que "se determinen las garantías necesarias para establecer el nivel de protección de la salud del personal adscrito a esta unidad". La carta está fechada el 27 de noviembre acompañada de nueve firmas. Para que quede constancia de tales quejas, un notario tomó acta el pasado miércoles del material que utilizaba el centro de referencia y del instrumental que compartía con otros departamentos.
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