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España añade 5 lugares al patrimonio mundial

La Unesco suma a su lista Atapuerca, el románico del valle de Boí, Tarraco, la muralla de Lugo y el palmeral de Elche

Gran premio de la Unesco para España y a la vez una enorme carga de responsabilidad: nada menos que cinco sitios culturales españoles han sido inscritos de golpe en la lista del Patrimonio Mundial a raíz de la reunión del comité del organismo internacional en la ciudad australiana de Cairns. Esos cinco lugares son los yacimientos paleontológicos de Atapuerca (Burgos), donde se desentierra uno de los más maravillosos y completos conjuntos de fósiles humanos; las bellas iglesias del románico catalán del valle de Boí; la antigua ciudad romana de Tarraco, que fue capital de Hispania y dio alojamiento a emperadores; el fascinante palmeral de Elche, y la también romana muralla de Lugo. En la misma sesión han sido inscritos otros 56 lugares de todo el planeta, entre ellos el centro de la ciudad de Brujas, Verona, la basílica de San Francisco y otros sitios franciscanos de Asís, y el paisaje arqueológico de las primeras plantaciones de café del suroeste de Cuba. China, con cuatro lugares (entre ellos las tumbas imperiales Ming y Qing), sigue a España en el número de sitios inscritos en esta ocasión en la lista. En total, España tiene ya 35 lugares que son patrimonio de la humanidad. - Las iglesias del valle de Boí. Las campanas de las nueve iglesias románicas del valle de Boí (Lleida) repicaron ayer con más frenesí que nunca tras conocerse la noticia. Los vecinos salieron a la calle para celebrar con cava una declaración histórica que con toda seguridad comportará una gran promoción turística de esta zona del Pirineo leridano.

El conjunto de monumentos históricos que han merecido el reconocimiento de la Unesco como patrimonio mundial está formado por las iglesias románicas de Sant Feliu (Barruera), Sant Joan (Boí), Santa Maria (Cardet), Santa Maria de l'Assumpció (Coll), Santa Eulàlia (Erill-la-Vall), Sant Quirc y Santa Maria de la Natividad (Durro) y Santa Maria y Sant Climent (Taüll). Todas estas iglesias fueron construidas entre los siglos XI y XII, y actualmente están abiertas al culto.

El Comité de Patrimonio de la Unesco ha destacado el valor universal de las nueve iglesias, que constituyen "un ejemplo puro y homogéneo" del arte románico en medio de un paisaje rural que, a pesar de la influencia ejercida por el turismo en los últimos 20 años, se ha mantenido prácticamente intacto. El estado de conservación "impecable" ha sido otro de los aspectos más valorados por el organismo cultural.

El reconocimiento de la Unesco ha dado la razón a las instituciones que en su día apostaron por la candidatura del románico de Boí y que en los últimos años han dictado rigurosas medidas urbanísticas encaminadas a conservar y proteger estos tesoros del turismo masivo y de la frenética actividad constructora que se desarrolla en el área de influencia de la estación de esquí de Boí-Taüll.

- Atapuerca. Todos los sectores implicados en el desarrollo de los yacimientos de Atapuerca, en Burgos, recibieron ayer con satisfacción y agrado su calificación como Patrimonio de la Humanidad, precisamente en un día en el que se anunciaba la localización en los alrededores de Atapuerca de 40 nuevos yacimientos arqueológicos que abarcan todas las fases de la prehistoria.

Los integrantes del equipo científico calificaban el nombramiento de acontecimiento que ayudará a preservar para el futuro las localizaciones arqueológicas, y uno de los responsables de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, explicaba que será la investigación la que realmente se beneficie de la calificación. Eudald Carbonell, otro de los integrantes del equipo que descubrió estos yacimientos, quiso agradecer ayer el apoyo unánime que siempre ha recibido Atapuerca al significar que la determinación de la Unesco "es un premio para todos los ciudadanos y las instituciones de Burgos".

El codirector de las excavaciones Juan Luis Arsuaga destacó el hecho de que el galardón reconozca un lugar relacionado con la evolución humana, por tanto "de todos".

- Tarraco. Era la capital de Roma en la Península, una capital administrativa, económica y cultural. El teatro, el anfiteatro, el foro, el circo, el acueducto conocido como Puente del Diablo, el monumento funerario de la Torre de los Escipiones, la cantera del Mèdol, la villa de Els Munts (Altafulla), la de Centcelles y el arco de Barà son los vestigios romanos que, gracias a la designación, se convierten en productos estrella de Tarragona, una provincia condenada a equilibrar (a veces de forma precaria) un exuberante pasado histórico y cultural con una industria química y nuclear y una creciente afluencia turística. El conjunto monumental de Tarraco optaba a la denominación desde 1995. Cinco años después, la cuña romana en Iberia y su patrimonio son reconocidos. Una salva de cañones, audible en toda la ciudad, anunció ayer la buena nueva.

- La muralla romana de Lugo. Un multitudinario y alborozado repique de campanas y un estruendo de cohetes despertó ayer a los habitantes de Lugo. A las 8.30 horas, todos los grupos municipales se reunían en el Ayuntamiento y desayunaban con cava. En la batalla por conseguir la declaración de la Unesco se habían implicado desde hace meses miles de ciudadanos y las más diversas instituciones y personalidades, empezando por los duques de Lugo, la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Hace algunos meses, los ciudadanos de Lugo rodearon de libros los dos kilómetros de longitud de la muralla romana para llamar la atención sobre su iniciativa.

La muralla, que todavía hoy sigue delimitando el corazón de la ciudad, es el único testimonio que se conserva intacto de las fortificaciones erigidas en Hispania por los romanos. Tropas del ejército de Augusto fundaron la ciudad de Lucus Augusti en el año 23 antes de Cristo, a orillas de un río que hoy se llama Miño y en medio de un bosque que las tribus primitivas de la zona consideraban sagrado. Ayer, 20 siglos después, los invasores de entonces eran objeto de la gratitud popular. "Todo se lo debemos a los romanos", declaró el alcalde de la ciudad, Clemente López Orozco.

- El palmeral de Elche. Han sido necesarios más de tres años de gestiones por parte del Ayuntamiento de Elche y la Generalidad valenciana para conseguir el reconocimiento para la plantación de palmeras más extensa de Europa, que supone fundamentalmente un impulso a su preservación y una proyección turística importante para la ciudad, según declaró ayer el alcalde ilicitano, Diego Maciá. En la sesión de la Unesco, la candidatura ilicitana contó con el apoyo específico de los representantes de Grecia, México, Ecuador y Marruecos, que destacaron el ejemplo que el palmeral constituye como transmisión de la cultura árabe a Europa, y el mantenimiento de los sistemas de regadío y la estructura de los huertos de palmeras tal y como se conocieron en la península Ibérica con la ocupación árabe.

La designación para el palmeral de Elche se refiere a los dos millones de metros cuadrados de huertos de palmeras que hay en el casco urbano de la ciudad.

Honor y responsabilidad

Entrar en la lista del patrimonio de la humanidad no reporta recompensa económica de la Unesco. "Es un honor, pero sobre todo es una obligación ante el mundo del país en el que se encuentra el sitio, que le ha de dar suficiente protección jurídica, buena gestión e inversión económica para su preservación y exhibición", dijo ayer Lluís Monreal, director de la Fundación La Caixa y ex secretario general de museos de la Unesco. Estas cinco declaraciones llegan cuando la tendencia será la de moderación en el número de candidaturas a presentar, evaluar y declarar, según el Ministerio de Cultura; se debe al intento de la Unesco de equilibrar la Lista de Patrimonio Mundial entre países ricos y pobres. España se ha comprometido a presentar una sola candidatura por año, a no ser que la Unesco imponga más restriciones.

Han elaborado esta información Lluís Visa, Francisco Forjas, Lali Cambra, Xosé Hermida, P. Escudero y Jaime Prats.

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