Una gala sin fiesta

La gala inaugural del Festival de Cine de San Sebastián apenas duró media hora. La tradicional fiesta posterior, que organiza la Diputación de Guipúzcoa, fue suspendida en protesta por el asesinato en Sant Adrià de Besós del concejal del PP José Luis Ruiz Casado. La actriz Marta Belaustegui y la presentadora Edurne Ormazabal anunciaron que la fiesta se suspendía en señal de duelo. La decisión fue contestada con un largo aplauso por parte del público invitado al Kursaal. El acto, que el año pasado se vio empañado por una acción de los Solidarios con los Presos sobre el escenario, se desarrolló con normalidad. Sólo se vivió un momento de tensión a la entrada de artistas e invitados al auditorio cuando simpatizantes de la izquierda abertzale gritaron sus habituales consignas.Entre el público, además de los intérpretes de La comunidad, de Álex de la Iglesia, y el taiwanés Ang Lee, que estrenó Zabaltegi, se encontraban los miembros del jurado oficial. Su presidente, Stephen Frears, había reconocido horas antes lo que pocos esperaban: que se decantará por la Concha de Oro de forma "instintiva".