La Comisión Europea propone autorizar nuevos transgénicos tras admitir que la moratoria es ilegal
La UE bloquea desde 1998 la comercialización de 14 productos genéticamente modificados
La Comisión Europea admitió ayer que la moratoria de hecho que aplica desde 1998 a la autorización de nuevos productos transgénicos es "ilegal" e "injustificada", y propuso medidas para su levantamiento. Bruselas teme que las empresas afectadas por el bloqueo puedan recurrir ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con altas probabilidades de ganar el caso. Para evitarlo, la Comisión pretende autorizar nuevas semillas transgénicas en diciembre próximo, incluso antes de que entre en vigor la nueva directiva sobre el control de estos productos.
Los comisarios europeos de Medio Ambiente, la sueca Margot Wallström, y de Protección del Consumidor, el irlandés David Byrne, presentaron ayer la nueva estrategia, que supone un giro de 180 grados en la política defendida hasta ahora por la Comisión Europea. El asunto, políticamente muy delicado por la desconfianza que los productos genéticamente modificados generan entre los consumidores europeos, fue debatido el miércoles y se tratará este fin de semana en París a nivel ministerial en la reunión informal del Consejo de Medio Ambiente. Byrne aseguró que las peticiones que se encuentran en fase de autorización se evaluarán tomando como referencia la nueva legislación. "Sólo se darán en casos en los que encajen con la normativa que estamos a punto de aprobar y los Estados miembros se hayan puesto de acuerdo en las condiciones de etiquetado y trazabilidad", afirmó. La Comisión Europea no quiso comprometerse con una fecha concreta para empezar a autorizar nuevas licencias. La nueva directiva incrementa las exigencias para la evaluación del riesgo necesaria para la puesta en el mercado de los transgénicos. También se establecen normas relativas al etiquetado (es obligatorio avisar siempre que se supere el 1% de transgénicos en cualquier ingrediente de un producto) y se tendrán que tomar medidas concretas para el seguimiento del producto una vez que se haya comercializado. "Así se garantiza la plena protección de la salud pública de los consumidores", declaró Byrne, quien anunció que en septiembre presentará nuevas propuestas para regular la comercialización de nuevos alimentos para animales que contengan trasngénicos.
En cualquier caso, Bruselas espera que, gracias a la nueva legislación reforzada, los cinco países que prohíben la comercialización de transgénicos -Austria, Luxemburgo, Alemania, Grecia y Francia- levanten las restricciones.
La falta de información del ciudadano sobre la utilidad de los alimentos transgénicos es, según la Comisión Europea, "el talón de Aquiles de esta técnica". El comisario Byrne destacó la importancia de que se pongan en marcha campañas de información para tranquilizar al consumidor. En el último Eurobarómetro, el 66% de los ciudadanos se declaró en contra de consumir vegetales transgénicos, y el 81% afirmó desconocer sus beneficios.
La Comisión Europea empezó a autorizar a finales de 1992 la puesta en el mercado europeo de productos genéticamente modificados. Son en total 18 los que Bruselas consideró en su momento seguros. El Consejo de Ministros alcanzó un pacto de caballeros para no autorizar la puesta en el mercado de nuevos productos transgénicos hasta que no se reforzara la normativa en vigor, para así responder a la creciente preocupación de los ciudadanos. En la actualidad, 14 organismos genéticamente modificados y nueve tipos de alimentos transgénico se encuentran, según Wallström, "en el limbo", pendientes de una decisión para su comercialización.
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