El centro-derecha, con 183 diputados, obtiene su mejor resultado en democracia. IU se derrumba y pierde 13 escaños. La participación se quedó en el 70%, siete puntos menos que en 1996
José María Aznar consiguió ayer una rotunda victoria en las elecciones generales, al alcanzar la mayoría absoluta, con 183 diputados, lo que le permitirá gobernar sin necesidad de acuerdos con los grupos nacionalistas. El pacto entre el PSOE e IU no dio los resultados esperados y las dos formaciones sufrieron una severa derrota que reduce su presencia en el Parlamento.
Las urnas otorgaron ayer a José María Aznar una inequívoca victoria que le permitirá gobernar cuatro años más sin necesidad de pactos con otras fuerzas políticas. La clara mayoría que pedía el líder del PP para su segundo mandato como presidente -y último, según su reiterado compromiso- se convirtió contra pronóstico en mayoría absoluta, un objetivo que casi parecía inalcanzable. Al éxito arrollador del PP le corresponde un fracaso equivalente del pacto de izquierdas, que lejos de movilizar a sus votantes tradicionales parece haber espoleado al centro-derecha. La dimisión de Joaquín Almunia le honra al leer el resultado de las urnas como un mandato claro de renovación de proyecto y de dirigentes en el PSOE. La abstención (30%) es sobre todo una mala noticia para la izquierda, que por primera vez suma menos votos que la derecha.
El PSOE andaluz volvió a ganar ayer las elecciones autonómicas, aunque de nuevo necesitará apoyos en el Parlamento, ya que no consiguió alcanzar la mayoría absoluta. Ésta es la sexta victoria consecutiva de los socialistas y la cuarta del actual presidente Manuel Chaves. Los primeros datos arrojaban un resultado muy similar para el PSOE al de las elecciones de 1996, mientras se registra un alza sensible del PP, menor en el PA y un nuevo descalabro de IU.