_
_
_
_

Las diferencias de gasto autonómico sanitario superan las 20.000 pesetas por persona al año

Las mayores distancias se registran dentro del propio territorio del Insalud

Gabriela Cañas

El dinero que los Presupuestos Generales del Estado destinan a la asistencia sanitaria (4,35 billones este año) se reparte de forma desigual. El acuerdo que está en vigor desde 1997 beneficia a Cataluña frente al resto de las comunidades autonómas, pero es dentro del territorio Insalud que gestiona el Gobierno central donde se producen las mayores distancias. Según el presupuesto liquidado de 1998, Baleares recibió casi 22.000 pesetas menos por habitante y año que Aragón. Para el PSOE, el problema es que en el terreno de la financiación no siempre se siguen criterios sanitarios de reequilibrio.

Más información
FOTO SIN TITULO
"Perdemos 59 millones cada día"
Parón de seis años al proceso de transferencias

El acuerdo de financiación sanitaria de 1997, que firmaron todas las autonomías con competencias transferidas, trató de paliar el nivel de endeudamiento que sufrían, sobre todo, Cataluña y Andalucía, dotando a ambas administraciones de financiación adicional. Como consecuencia de ello, Cataluña viene siendo la comunidad más beneficiada (véase el cuadro que se reproduce en esta página), mientras que la Comunidad Valenciana y Canarias son, junto a las del Insalud, las más perjudicadas.Pero lo más sorprendente es constantar que las principales distancias en cuanto al gasto per cápita se producen dentro del territorio Insalud que gestiona el Gobierno central y que administra la asistencia sanitaria de diez comunidades autónomas donde vive el el 38% de la población.

Así, algunas comunidades del Insalud viven un doble castigo financiero que no ha tenido en cuenta el nivel de desequilibrio sanitario del que se partía. De modo que, en equipos de alta tecnología, sólo ciertas comunidades aún regidas por el Insalud ofrecen unos indicadores tan pobres. Los datos recién publicados en un estudio de Jaime Sánchez Revenga, Interventor General de la Seguridad Social, aseguran que en 1998 no había un solo equipo público de resonancia magnética nuclear ni en Baleares ni en Cantabria ni en La Rioja ni, por supuesto, en Ceuta y Melilla. En Castilla-La Mancha, según informa Carmen Navarro, directora de Presupuestos del Insalud, se ha instalado el primero en el hospital de Toledo el año pasado. También escasean las bombas de cobalto y los litotrictores, pero Navarro asegura que se han hecho enormes esfuerzos para dotar de infraestructuras a zonas antes olvidadas como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Baleares y Murcia.

Las cifras del propio Insalud, sin embargo, hablan de un reparto per cápita del gasto que en 1998 registraba diferencias de hasta 22.000 pesetas, cosa que ocurría entre Aragón (113.779 pesetas) y Baleares (91.843). Junto a esta última, las comunidades que menos dinero recibieron fueron La Rioja y Castilla-La Mancha. Estas desigualdades perduran, además, en el tiempo, pues en 1993 Baleares y Aragón recibían aportaciones que distaban casi 19.000 pesetas per cápita, si bien en años posteriores se había empezado a recortar el abismo que ahora se vuelve a detectar.

Estas comunidades del Insalud y Cataluña son la cruz y la cara de un sistema de financiación que introdujo en 1994 racionalidad en el sistema nacional de salud pero, por otro, está produciendo desequilibrios territoriales no siempre fundamentados, según los críticos, en razones sanitarias. "En el acuerdo de 1994", dice la ex ministra de Sanidad Ángeles Amador, "se benefició a Galicia por su retraso sanitario. Desde 1997 se prima a Cataluña sólo como parte del acuerdo de investidura con CiU".

Algunos analistas han hecho la comparación entre comunidades autónomas respecto a la población de derecho. En ese caso (véase el cuadro), las distancias tienden a acrecentarse. La llamada población protegida es la resultante de restar a la población total la cubierta por las mutualidades de funcionarios (Muface, Isfas y Mugeju).

Un estudio de los economistas José Sánchez Maldonado y Jesús Salvador Gómez Sala, profesores de la Universidad de Málaga, propone tener en cuenta en acuerdos sucesivos sólo la población de derecho, "dado el carácter universal de la prestación sanitaria y su financiación vía impuestos". Amador admite que es un asunto a debatir en el futuro. En cualquier caso, el criterio per cápita, protegido o no, también utilizado en otros países, es el básico comúnmente aceptado.

"Al final, el envejecimiento de la población u otras circunstancias de salud terminan por anularse unas a otras", explica Carmen Navarro.

Todos beneficiarios

La novedad del acuerdo de 1997 respecto al de 1994 fue incluir fondos de redistribución que permitieron dotar a Cataluña de más dinero que al resto. Uno de ellos se basa en el número de pacientes desplazados que asume Cataluña. El otro es una compensación por la pérdida de población protegida. También el Insalud ha perdido población protegida, pero los pacientes desplazados que asume Madrid suelen provenir de las comunidades del propio Insalud, como explica Carmen Navarro, de ahí que no se pueda beneficiar de dicho fondo.

El consejero catalán de Sanidad, Eduard Rius, cree que de las demandas que CiU hizo al Gobierno central en 1997 se han beneficiado todos. "Nosotros no sufrimos un endeudamiento mayor que el resto, lo que pasa es que fuimos los primeros en ponerlo encima de la mesa. Aquí la cuestión es saber si la sanidad está subfinanciada o no", dice Rius. "Hasta que no se culmine el proceso de transferencias y Madrid obtenga la suya no sabremos si el modelo es bueno o no porque Cataluña en este aspecto sólo es comparable a Madrid; tiene el mismo nivel de equipamientos y desplazados".

Los acuerdos financieros lograron el avance de ligar el presupuesto sanitario al PIB y en estos años el dinero disponible ha crecido muy por encima de otras partidas, aunque tanto Rius como PSOE e IU creen que aún debe aumentar. En todo caso, advierten desde Castilla-La Mancha, nadie quiere que le quiten un duro a los demás. "Sólo pedimos más dinero para reequilibrar nuestros déficits", señala la consejera de Sanidad Matilde Valentín.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_