_
_
_
_
Tribuna:DÍA A DÍA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La clausura de la vendimia

La vendimia, según climas y comarcas, toca a su fin. Da paso a las nobles y mágicas artes alquímicas de la elaboración del vino. Se cierra toda una estación. Comenzó en septiembre bajo el sacerdocio del técnico del ingenio vinatero; antes era el presbítero-paterfamilias quien escrutaba las claves y designios del entorno. El sol, la luna, las estrellas contaban a la hora de obtener mayor cosecha y mejor vino y presidían el inicio y el desarrollo de la vendimia. El cuarto creciente selenita, la aparición del l"estel veremador -unida a significativos santos como san Mateo o san Miguel-, que durára siete semanas, fueron signos de buen agüero y llevaban al éxito, a que per sant Crispí,/el most ja és ví. La fiesta de este santo, el protector de zapateros y afines, fue ayer mismo.De manera solemne, se clausuraba con una comida a base de cabra: Verema sense cabra, núvia sense arracada", "pel veremar, la cabra s"ha de matar". Para el secano valenciano fue sagrado este rito. Y es que la cabra era la forma que tenían los griegos de imaginar al loco Dionisos, el abogado de la viña y del vino; el mismo dios que, con el nombre de Baco, representaban los latinos mitad hombre y mitad cabra. Tragos viene a significar "cabra" en griego y komos era el "banquete" y la "orgía" en honor a Dionisos; de su bacanal culto nació la comedia.

Tras el sacramental ágape cabrío, los vendimiadores valencianos dramatizaban festivamente, entre libaciones, jocs de pallissa, unas representaciones simples, semi-improvisadas, satíricas, licenciosas y desvergonzadas. Son el único testimonio de los ritos a Dionisos que, santificado como abogado de voluptuosos endemoniados, preside -San Dionisio, el nueve de octubre- el tiempo de la vendimia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_