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Hallado el primer rastro del "escondite" del Ébola en siete animales africanos

El ADN aislado es idéntico al de la cepa que infecta a los humanos

El terrible virus Ébola, que mata hasta a un 90% de las personas infectadas y cuyos brotes en África han causado pavor en la población y en las autoridades sanitarias, se esconde en algún reducto desconocido desde el cual salta al hombre. Por fin se ha hallado el rastro del escondite del Ébola. Científicos franceses han aislado fragmentos genéticos del virus, idénticos a la virulenta cepa Zaire, en siete mamíferos de la República Centroafricana.

Desde el primer brote del Ébola en 1976, en Zaire y Sudán, se ha buscado en miles de animales el llamado reservorio del virus, es decir, el organismo en el que reside y se multiplica. Desde el reservorio, el patógeno salta de vez en cuando, por alguna vía desconocida, a la especie humana, lo que desencadena la mortífera epidemia. Las víctimas sufren terribles fiebres hemorrágicas y muere entre un 50% y un 90% de los infectados. Las campañas de búsqueda del reservorio en vertebrados e invertebrados habían resultado hasta ahora infructuosas.Por fin, tres investigadores del Instituto Pasteur y de la Universidad de Rennes I han dado con el primer rastro del virus en una musaraña y en seis roedores de tres especies diferentes. No han encontrado el virus vivo en estos pequeños mamíferos -sin signos de la enfermedad-, pero han detectado en ellos ADN del Ébola idéntico al de los virus aislados en la República Democrática del Congo (antes Zaire) y Gabón. Y en células del bazo de uno de los roedores se han encontrado estructuras tubulares muy similares a las del virus Ébola.

Esto demuestra, afirman los investigadores Jacques Morvan (del Instituto Pasteur en Bangui), Marc Colyn, Vincent Deubel y Pierre Gounon, que diferentes especies de roedores y una de musarañas han estado en contacto con el Ébola. Además, indica que hay un subtipo común del virus en la República Centroafricana, en la República Democrática del Congo y en Gabón.

El descubrimiento se hace público en el simposio del Instituto Pasteur Microbiological surveillance y emergences que se celebra hoy y mañana en París, y será publicado en la revista científica Microbes and Infections.

En selva y sabana

Hasta ahora, la búsqueda del reservorio del Ébola se había centrado en la selva. Estos investigadores, sin embargo, dirigieron sus pesquisas a los territorios de sabana alternada con selva de la República Centroafricana, donde buscaron el virus en diferentes órganos de 242 animales.La enfermedad causada por el Ébola en humanos se caracteriza por una fiebre alta repentina, acompañada de debilidad, dolores musculares, dolor de cabeza y de garganta. A los pocos días se desencadena en el paciente un cuadro de diarreas, vómitos, reducción de las funciones renales y hemorragias internas y externas. La infección se transmite por contacto directo con la sangre y las secreciones de pacientes infectados. Varios brotes epidemicos surgidos desde 1976 han provocado centenares de víctimas: el más grave en la ciudad de Kikwit (Zaire) en 1995 con 315 víctimas, 244 de las cuales murieron.

Los brotes de este virus ceden tras unas semanas de propagación y muerte, cuando se toman drásticas medidas sanitarias para evitar el contagio. La corta latencia del virus (de 2 y 21 días) y la alta mortalidad de la enfermedad son factores determinantes del alcance limitado de los brotes.

También se conocen brotes de Ébola en monos, pero con cepas no patogénas para las personas. "Si estos primates son capaces de transportar la enfermedad, no son el reservorio del virus porque ellos resultan afectados", afirman los científicos.

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