Sudán necesita 3.000 millones para comer

Se necesitan 3.000 millones de pesetas para paliar la terrible hambruna que azota el sur de Sudán. España ya ha recaudado un 10% de ese total. Dos aviones cargados de alimentos y medicinas han salido de Madrid con destino a la zona afectada por la sequía y la guerra. Es la peor crisis alimentaria en aquel país en 10 años. El objetivo es salvar al mayor número de niños. Ellos son la prioridad."Las actuales necesidades son enormes" asegura por teléfono el delegado de Cruz Roja en el sur de Sudán, Jaime Bará. "En Wau, a pocos metros de nuestra casa hay personas en situación extrema. Estamos intentando buscar a la población que ni siquiera tiene fuerzas para llegar a un hospital o a un centro de alimentación".

Las ONG que trabajan en Sudán, sin el apoyo de los Gobiernos occidentales o de tropas de paz, están en precario. Se ven forzadas a convivir con las reglas de juego sobre el terreno para poder distribuir parte de la ayuda. Es el duro peaje de la guerra. Son varias las ONG que sospechan que el 60% de los envíos a Sudán acaban en manos de alguna de las facciones combatientes. Intermón pone un ejemplo: la Sudan Relief Reabilitation Agency, una institución estatal, se queda por ley con el 10% de todos lo envíos humanitarios.

Las campañas de concienciación ciudadana son esenciales, pero a juicio de muchos, éstas deben ser lo más sinceras posible, deben revelar esa realidad repleta de corrupción y dificultades para actuar. No se puede prometer una distribución del 100% porque suele ser un objetivo imposible.

Javier Rubio, responsable de proyectos de Cruz Roja en España dice que además es imprescindible educar al donante para que éste no envíe lo que le sobra, sino lo que falta en la zona que se va a socorrer. "No se pueden mandar garbanzos o chorizo a Sudán, pues sus estómagos llevan demasiado tiempo vacíos".

Sudán no es el único problema. Para prevenir desastres como el éxodo que el 1994 movilizó a 850.000 personas en pocos días en el norte de Zaire, Cruz Roja aprobó programas de almacenamiento médico que proporcionaría ayuda rápida en caso de movimientos masivos de la población, según informa Jaime Guardans, su responsable de la zona de los Grandes Lagos. Médicos Sin Fronteras (MSF), que destina el 66% de la ayuda que recauda a África, mantiene un operativo de emergencia que le permite llegar en 48 horas a cualquier lugar donde se pueda necesitar su presencia.

Pero a veces, la guerra sorprende e impide hacer previsiones. En el caso ahora de la República Democrática de Congo. "La solidaridad está mediatizada y, por desgracia, los medios de comunicación sólo se interesan por una zona cuando hay muertos", comenta Jesús Jáuregui, responsable desde 1994 de la zona de los Grandes Lagos para Cáritas. Y a veces, cuando se despierta ese interés y llega la ayuda de forma masiva, es demasiado tarde. La emergencia ya se ha cobrado miles de vidas.