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45 FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

Sophie Marceau, actriz y novelista

Miguel Ángel Villena

La actriz francesa Sophie Marceau trató de llenar ayer con su larga melena y sus ojos claros la estela dejada por el paso de Jeremy Irons por San Sebastián. En una breve visita al Festival donostiarra, la intérprete que se hiciera famosa tras dar la réplica a Mel Gibson en la película Braveheart, premiada con varios Oscars, confesó: "Creo que es fruto del azar, pero últimamente la verdad es que me ofrecen mejores papeles de mujeres de siglos pasados que actuales"."Quizás", añadió Marceau, que ha encamado recientemente a Ana Karenina, el personaje de Tolstoi en una nueva versión cinematográfica, "resulta más difícil para los autores contemporáneos reflejar a la mujer moderna. Ahora bien, es cierto que me gustaría explicar cosas de mi época".

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A sus 30 años, Marceau ha escrito una novela, que ha contado con una notable acogida en Francia y que revela las inquietudes intelectuales de esta intérprete. La actriz francesa acudió al Festival para promocionar su película Firelight, un drama romántico con el que el guionista William Nicholson debuta en la realización. Explicó la estrella francesa que se había visto obligada a una interpretación contenida y reservada sólo por el tipo de papel que protagoniza. "La actuación en cine nunca resulta simple", indicó, "porque la cámara es un objeto diabólico que va más allá de lo que pensamos".Romanticismo

De romanticismos habla también el filme Mrs. Dalloway, de la holandesa Marleen Gorris, que obtuvo hace unos años el Oscar a la mejor película extranjera por Antonia. Basada en una novela de Virginia Woolf con toques autobiográficos, la historia está ambientada en la Inglaterra de los años veinte. Con Vanessa Redgrave como protagonista absoluta, la directora comentó que el relato plasma las nostalgias por su juventud de una dama de clase alta, "por lo que era y por aquello en lo que se ha convertido".

"En aquella época", dijo Gorris, "las opciones de una mujer se limitaban a casarse o no casarse. Y en el primer caso la elección se reducía a quién buscaban como marido. Así, el personaje de Virginia Woolf termina eligiendo al pretendiente que le ofrece una vida más segura porque ella no es tan estable como cree". La directora necesitó financiación de varios países (Estados Unidos, Reino Unido y Holanda) para producir su película.

En el caso de Mrs. Dalloway, la cineasta recibió un guión escrito especialmente para que lo interpretara Vanessa Redgrave. "Es algo raro pero a veces ocurre que te envian guiones que están pensados exclusivamente para una actriz o un actor en concreto", manifestó Marleen Gorris.

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