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La hija de Allende pensó en todo momento que su padre no sobreviviría

Isabel Allende, hija del presidente de Chile asesinado el 11 de septiembre de 1973 durante el golpe militar del general Augusto Pinochet, manifestó ayer que desde el primer momento del bombardeo contra el palacio presidencial tuvo el convencimiento de que su padre no saldría vivo. Isabel Allende, que vivió los últimos momentos junto a su padre, declaró ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que instruye un proceso por genocidio contra los responsables de la dictadura chilena.

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El testimonio de la hija de Allende se centró en lo ocurrido en el Palacio de la Moneda en los primeros compases del golpe, ya que ella abandonó Chile cuatro días después rumbo al exilio. Isabel Allende, de 52 años y madre de dos hijos, señaló que el proceso abierto por el juez español era muy esperanzador para los familiares de las víctimas. "Abre un precedente muy importante, sobre todo después del respaldo unánime recibido por el Parlamento Europeo", agregó. La Eurocámara aprobó el jueves por unanimidad una resolución de apoyo a la labor del juez García Castellón por esclarecer los crímenes contra la humanidad cometidos durante la dictadura en Chile.Isabel Allende explicó así los motivos que la impulsaron a acudir ala citación del juez: "Lo he hecho porque es importante que cale en la conciencia de la comunidad internacional la necesidad de institucionalizar tribunales internacionales de derechos humanos contra los casos de genocidio".

La noche del 10 de septiembre de 1973, después de cenar, el presidente Allende se encerró en uno de los despachos del Palacio de la Moneda con sus más estrechos colaboradores. Conscientes de la gravedad de las amenazas que se cernían sobre Chile, los reunidos preparaban un llamamiento a la población para convocar un referéndum que abriera una salida a la crisis. Pero ya era demasiado tarde. Pinochet sabía de tales planes porque el propio Allende se los había comunicado un día antes. Y por ello adelantó el golpe mortal a la democracia chilena. Isabel se dio perfecta cuenta aquella larga noche de que su padre resistiría hasta el final la embestida de los golpistas.

La hija del presidente asesinado resaltó un acto de Pinochet que calificó de "extrema cobardía": el bombardeo de Tomás Moro, la residencia oficial de los presidentes, donde estaba su madre. "Esto también demuestra el ánimo destructivo de que mi padre no debía salir con vida. Isabel Allende recordó que, durante toda la dictadura Pinochet gustaba de pronunciar la frase "en Chile no se mueve una hoja sin que yo lo sepa", lo que demuestra que la responsabilidad del general sobre los crímenes cometidos es muy alta "ya sea por acción u omisión".

Isabel Allende, diputada y vicepresidente del Partido Socialista de Chile, que forma parte de la actual coalición gubernamental, sabe que el Ejecutivo chileno no reconoce la jurisdicción española en el proceso por los crímenes cometidos en la dictadura, pero reclama su deber moral a declarar ante el juez García Castellón. ''Nadie en Chile entendería que no hubiera prestado mi testimonio en este proceso. Creo que mi declaración le hace bien a la democracia".

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