Desciende la ayuda al desarrollo pese a la promesa electoral del PP

Cuando el movimiento en favor de entregar el 0,7% del PIB a ayuda al desarrollo plantó cientos de tiendas de campaña frente al Ministerio de Hacienda, en pleno corazón de Madrid, significados portavoces del Partido Popular se apresuraron a prestar su aliento a un movimiento que erosionaba, por la izquierda, al entonces Gobierno del PSOE. El PP llegó a firmar a finales de 1995 con las ONG un "compromiso con la solidaridad" aceptando como meta el 0,7%. Un año después de estar en La Moncloa, el Gobierno del PP constata que una cosa es predicar y otra dar trigo. La ayuda al desarrollo está en regresión tanto en términos absolutos como relativos.

Según cifras oficiales, la ayuda oficial al desarrollo (AOD) supuso en 1996 un 0,22% del PIB, frente al 0,24% en 1995 y al 0,27% en 1994. Esta evolución negativa no sólo es relativa en relación a la evolución del PIB -73,6 billones en 1996-, sino en términos absolutos. La ayuda total ascendió en 1993 a 165.853 millones de pesetas, en 1994 a 173.280 millones, en 1995 a 168.101 millones y en 1996 a 160.446 millones.Para hacer frente a las nuevas demandas y racionalizar el esfuerzo presupuestario, en un momento en que se impone la contención del gasto público, el Ministerio de Asuntos Exteriores, y concretamente la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, a cuyo frente se encuentra Fernando Villalonga, prepara un anteproyecto de ley de cooperación para reordenar y centralizar ese gasto. El anteproyecto se ha visto retrasado por el pulso que Exteriores mantiene con Comercio, ministerio que administra la concesión de los créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), que suponen una parte sustancial de la ayuda bilateral española.

El PSOE ya ha interpelado al Gobierno, al que acusa de querer enmascarar sus fallos de gestión en los dos últimos trimestres del pasado año atribuyendo la caída en la ayuda al desarrollo a un descenso de las aportaciones a los organismos internacionales financieros, a los créditos FAD y a la contribución a la UE, fondos todos ellos gestionados por el Ministerio de Economía y Hacienda.

"Sin embargo, la cooperación bilateral a cargo de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) también decae: no se ha ejecutado un total de 1.767 millones de pesetas en programas y proyectos, diferencia con lo presupuestado que, en el capítulo de cooperación técnica y cultural, asciende a 3.845 millones de pesetas. Algunos proyectos presentados por las ONG durante el último trimestre de 1996 fueron denegados por falta de disponibilidad presupuestaria", afirmaba el PSOE en un comunicado.

Estructura del gasto

Dedicar el 0,7% a ayuda oficial al desarrollo supondría que las diferentes administraciones del Estado aportarían más de medio billón de pesetas a este concepto.Las aportaciones a organismos internacionales, que se engloba bajo el concepto de ayuda multilateral, supone el 30% del total de la ayuda oficial al desarrollo. El 70% restante, que en 1996 ascendió a 111.616 millones, está catalogada como ayuda bilateral. Un 30% de esta ayuda bilateral se emplea en créditos FAD que, a bajo interés, administra la Secretaría de Estado de Comercio para fomentar las exportaciones españolas y que son reembolsados por los receptores.

En la ayuda no reembolsable, 71.403 millones en 1996, se incluyen las condonaciones de deuda, la cooperación técnica y cultural, la ayuda alimenticia, de emergencia y las subvenciones a las ONG y las ayudas y subvenciones que realizan las comunidades autónomas y ayuntamientos. Las organizaciones no gubernamentales administraron en 1996 cerca de 11.000 millones, lo que supone un 7% del total de la ayuda. Las aportaciones de las comunidades autónomas y Ayuntamientos se calculan en 16.244 millones.

En 1996, el 42,7% de la ayuda bilateral sé destinó a Iberoamérica. Marruecos, los territorios palestinos, Angola, Mozambique y Guinea Ecuatorial también recibieron ayuda bilateral no reembolsable, mientras que de los créditos FAD Indonesia, China y Pakistán fueron los principales beneficiarios.