España y Francia, enfrentadas por la suelta de osos en el Pirineo

El futuro del oso pardo en el Pirineo se decidirá el próximo día 21 en una reunión convocada por el Ministerio de Medio Ambiente español en el Parque Nacional de Ordesa (Huesca), según el director general de Medio Natural de la Generalitat, Jordi Peix. La reunión se produce tras conocerse la intención del gobierno francés de liberar en las próximas semanas un oso en el Pirineo -el tercero desde el año pasado-, haciendo caso omiso a las autoridades catalanas y ganaderos y vecinos de la vertiente española de la montaña, que se oponen a la presencia de los osos.El director general catalán se reafirmó en la oposición de la Generalitat a que continúe el programa de reintroducción iniciado con la suelta en la vertiente francesa de las osas Giva y Melba, que se vió contestada por los ayuntamientos de las comarcas pirenaicas, cazadores y ganaderos. "Navarros, aragoneses y catalanes estamos de acuerdo en que la reintroducción del oso debe finalizar, porque no cuenta con el apoyo de los vecinos y ahora es necesario solucionar el futuro de los animales ya liberados", aseguró Peix.

El consejero de Agricultura de la Generalitat, Francesc Xavier Marimón, ha solicitado a Isabel Tocino y al Ministerio de Medio Ambiente francés que el programa de reintrodución del oso pardo en los Pirineos "se considere finalizado y se detenga cualquier nueva suelta de plantígrados".

Los pastores de ovejas catalanes sufrieron en 1996 la muerte de varias ovejas, al parecer a causa de ataques de Giva y Melba, y aunque se hicieron efectivas las indemnizaciones pertinentes y a pesar de que la culpabilidad de las osas no pudo probarse fehacientemente, el malestar no ha cesado de ir en aumento.

En 1993 se firmó un acuerdo entre la Comunidad Europea, el Ministerio de Medio Ambiente francés, el antiguo ICONA, y Navarra, Aragón y Cataluña para la conservación de tres especies amenazadas de los Pirineos: el oso pardo, la cabra salvaje y el quebrantahuesos.