Oviedo, capital de la bioética

La elección de la capital asturiana como sede de este acontecimiento obedece a una propuesta del ex diputado socialista asturiano y ex parlamentario del Consejo de Europa Marcelo Palacios, impulsor hace una década de esta convención internacional.Palacios es además el autor del primer esbozo. del documento, cuya propuesta formalizó, en marzo de 1991, durante una reunión de trabajo de la comisión de ciencia y tecnología del Consejo de Europa, celebrada en el mismo hotel ovetense que ayer sirvió de marco al acto protocolario.

El Gobierno español hizo suya la petición para que el Principado de Asturias fuera la sede de, este acto. y así fue aprobado por unanimidad el pasado 26 de noviembre por el, comité de ministros del Consejo de Europa.

A la ceremonia de ayer tarde asistieron 40 embajadores, los ministros de Sanidad de tres de los países firmantes -entre ellos, el español Romay Beccaría-; una nutrida delegación del Consejo de Europa y que encabezó la presidenta de la asamblea Leni Fischer; autoridades del Gobierno y del Parlamento españoles y del Principado de Asturias.

El bioquímico español Santiago Grisolía, premio Príncipe de Asturias de Investigación y presente en el acto, manifestó su satisfacción por la entrada en vigor de este convenio: "Fundamentalmente lo que hay que hacer es tener respeto al individuo".

"La ciencia", añadió, "no debe limitarse" en forma alguna. La ciencia no es buena ni mala: descubre lo que. existe. Otra cosa es la tecnología porque ese conocimiento científico puede aplicarse, de una forma o de otra. Es importante defender la ciencia y al mismo tiempo tener en cuenta los posibles dilemas que puedan plantearse. Y este es el objetivo fundamental de esta convención".