España, dispuesta a prestar apoyo aéreo a una eventual intervención militar humanitaria

España defiende una intervención militar al este de Zaire en cuanto se den las mínimas condiciones de seguridad con el único objetivo de distribuir ayuda humanitaria, y está dispuesta a facilitar apoyo aéreo y logístico, a esa fuerza de intervención. Los requisitos que España considera imprescindibles para la operación son la existencia de un mandato de Naciones Unidas, el visto bueno de la Organización para la Unidad Africana y la aceptación, al menos implícita, de los contendientes. El ministro español de Exteriores, Abel aseguró ayer que tanto los países europeos como EE UU exigen esas garantías para evitar que la intervención se interprete, en clave "neocolonialista".

Matutes aseguró ayer que el Gobierno español "estaría dispuesto a contemplar" el envío de trolpas a Zaire "si se dan las condiciones que lo hagan factible y necesario". Agregó que lo lógico es que la fuerza de intervención esté formada por soldados africanos y que los países europeos, como España, aporten "apoyo logístico". Fuentes de Exteriores y Defensa explicaron que la aportación española a una eventual fuerza de paz consistiría en apoyo aéreo, como el que se prestó ya entre octubre de 1994 y marzo de 1995, cuando un avión de transporte CN-235 del Ejército del Aire, con una dotación de 20 soldados, se desplazó a Ruanda en misión de ayuda humanitaria, informa Miguel González.Durante esos seis meses, mediante un Hércules C-130, se estableció también un puente aéreo regular entre España y Nairobi (Kenia). Según fuentes diplomáticas, un Hércules viajará ya el próximo jueves a Zaire llevando un cargamento de ayuda humanitaria y a seis representantes de organizaciones humanitarias no gubernamentales. Las fuentes consultadas descartaron la posibilidad de que España participe con tropas en la eventual fuerza de paz; entre otras razones, porque actualmente tiene unos 3.000 militares comprometidos con la misión de Bosnia.El presidente del Gobierno español, José María Aznar, y el presidente francés, Jacques Chirac, acordaron ayer en Marsella su disposición a contribuir a una reunión internacional "destinada a garantizar la seguridad en la región de los Grandes Lagos", informa Enric González. Tanto Francia como España plantean la exigencia de que sea el Consejo de Seguridad quien ponga en marcha cualquier tipo de operación en África, y señalan que no emprenderán por sí solos iniciativa alguna sin que sus socios europeos, EE UU, la ONU y la OUA concierten el dispositivo que permita abrir pasillos humanitarios. España ha coordinado su posición con Francia y con la presidencia irlandesa de la Unión Europea. Según Matutes, EE UU tampoco desea emprender ninguna aventura sin garantías en África, informa Pilar Marcos. Recordó que hay dos ejemplos recientes a evitar: Somalia y Ruanda.Washington anunció ayer que un enviado especial de EE UU, Richard Bogosian, se desplazará a Kigali y Kinshasa para tratar la crisis con los Gobiernos de Ruanda y Zaire. El embajador de EE UU en Kigali, Robert Gribbin, se mostró ayer en contra de un intervención militar en la zona.Tampoco Bélgica, un país con claros vínculos históricos con Zaire, ve clara la necesidad de una intervención militar. El jueves en Bruselas, los socios comunitarios deberán buscar una posición común.La intervención militar que defendieron ayer España y Francia no pretendería, en ningún caso, pacificar la región sino sólo distribuir ayuda humanitaria que, según el ministro español, "ya está en la zona". La pacificación, explicó Matutes, sólo puede contemplarse desde Occidente como un "objetivo a medio y largo plazo" que debe pasar por "la creación de un ejército multinacional interafricano" bajo los auspicios de la OUA y apoyado por EE UU y la UE.El ex presidente del Gobierno español, Felipe González, y el eurodiputado socialista José María Mendiluce defendieron públicamente ayer una intervención militar controlada por el Consejo de Seguridad para abrir varios pasillos de ayuda humanitaria a los refugiados, informa Juan G. Ibáñez.