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Cinco ciudades presionan al Gobierno para ser capital cultural en el cambio de milenio

Santiago, Valencia, Salamanca y Bilbao optan en el 2000 y Barcelona en el 2001

Antes del 30 de junio, el Consejo de Ministros tendrá que tomar una comprometida decisión. Elegir una o dos, entre las cinco ciudades españolas que optan al título de Ciudad Europea de la Cultura para los años 2000 y 2001. Santiago, Bilbao, Valencia y Salamanca optan al título en el año 2000 y éstas dos últimas, junto a Barcelona, lo hacen también para el 2001. La batalla es encarnizada y cada ciudad ha desplegado todas sus armas, desde parlamentarios o alcaldes a ministros e intelectuales, para presionar al Gobierno a su favor. Ante tamaña lucha, Cultura no realizará ninguna propuesta y dejará que sea el Consejo de Ministros, en la reunión del próximo viernes, quien tome la decisión.

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Una oportunidad golosa

Una vez el Gobierno haya escogido entre estas ciudades, presentará oficialmente la candidatura ante el consejo de ministros de la Unión Europea, que deberá a su vez elegir entre el total de ciudades europeas que optan al título antes de finales de diciembre de este año. La simbólica fecha del año 2000 es la que provoca mayor competencia entre las ciudades españolas. Pero la vencedor en esta pugna lo tendrá después muy difícil en la Unión Europea porque, para este año, también se presentan Aviñón, Bolonia y Praga, que es la favorita.Hace casi un año, la delegación española propuso en la Unión Europea la idea de que en el 2000 se escogiera una ciudad para cada uno de los países miembros de la Unión, lo que aseguraría el título a una ciudad española y permitiría repetir al año siguiente.

El Ayuntamiento de Santiago cree que está mejor colocado que nadie para lograr el respaldo del Gobierno. Cuenta con los buenos contactos de su alcalde socialista, Xerardo Estévez, en el gabinete de Felipe González, y a la vez con el respaldo incondicional de un hombre de tanto peso en el PP como el presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Con todo, su mejor baza es que prácticamente no habría que invertir una peseta en la ciudad porque ya cuenta con suficientes infraestructuras culturales. En los cinco últimos años, Santiago ha recibido, casi 80.000 millones de pesetas en inversiones de la Xunta y el Gobierno central.

Para asegurar su baza, el Ayuntamiento ha impreso un borrador con un estudio sobre el hipotético programa de actividades. Los asesores de Estévez propugnan que la capital cultural sea sobre todo un centro de producción de iniciativas artísticas, que recorrerían ese mismo año diversas ciudades europeas. Los responsables del Ayuntamiento creen que sólo una circunstancia puede perjudicarles: 1999 vuelve a ser Año Santo.

Propuestas

El Ayuntamiento de Valencia considera la consecución de la capitalidad europea de la cultura en el año 2000 como uno de sus grandes proyectos. La alcaldesa, Rita Barberá, del PP, arguye que Valencia es la tercera ciudad más poblada de España y que ha llegado ya su hora de organizar un gran acto de carácter internacional. Sin embargo, la precaria unidad conseguida por el PP y los regionalistas de Unión Valenciana (UV) con el PSPV-PSOE y Esquerra Unida en torno a la capitalidad cultural se rompió recientemente. PP y UV recurrieron contra la homologación de títulos de catalán y valenciano realizada por la Genealitat valenciana en contra de la opinión de los otros partidos y de las universidades. PSPV-PSOE y Esquerra Unida decidieron, por este motivo, no participar en las reuniones y trabajos del proyecto de capitalidad.En Salamanca, "la identificación con lo hispano y la cultura de Castilla" es uno de los planteamientos fundamentales en su aspiración a ser capital europea de la cultura, según el alcalde saliente, Jesús Málaga. En la propuesta salmantina se considera clave el avance en las dotaciones culturales, complemento de las ya establecidas en los últimos años. Para Jesús Málaga, la sombra a Salamanca se la puede hacer Santiago de Compostela, al mantener el grupo parlamentario del PP la proposición no de ley de apoyo a la ciudad gallega, lo que puede facilitar la decisión del Gobierno, al contar con alcalde socialista.

Bilbao celebrará el año 2000 el 700 aniversario de la fundación de la villa por Diego López de Haro. La coincidencia de fechas y la necesidad de dar publicidad al Museo Guggenheim, han impulsado a la alcaldía a tomar repentinamente la decisión de presentar la candidatura de Bilbao ante las autoridades europeas. Fuentes municipales insisten en que intentarán presentar su proyecto, que califican de "sorpresa", antes del 30 de junio en Bruselas.

Barcelona decidió en su momento presentarse sólo para el año 2001, el primero del segundo milenio. La ciudad catalana -que en Europa debería luchar, de momento, con Rotterdam, Helsinki y Edimburgo- ha presentado un informe de candidatura de más de 750 páginas en las que se desglosan unas 300 propuestas culturales concretas elaboradas por todo tipo de colectivos, empresas e instituciones catalanas. La candidatura no se ha politizado ya que la gestiona una oficina autónoma del Ayuntamiento y cuenta con el apoyo de todas las fuerzas políticas y de la Generalitat de Cataluña. Además, se ha creado una entidad de apoyo que agrupa a personas del mundo de la cultura con el nombre de Senado Cultural. Cuenta con 3.000 firmas, entre las que figuran intelectuales extranjeros como Jack Lang, Zubin Metha o Norman Foster.

Esta información ha sido elaborada por Santiago Belausteguigoitia, Xosé Hermida, Eva Larrauri y Catalina Serra.

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