Una oportunidad golosa
Obtener el título de ciudad europea de la cultura -que es el oficial, aunque suele hablarse de capital cultural- no garantiza nada, pero es una oportunidad golosa que puede dar un impulso importante a los equipamientos y actividades de una ciudad. La promoción exterior, la llegada de turismo y las potenciales inversiones que puedan desprenderse de este título son otros elementos muy codicioados.La idea de nombrar cada año una ciudad europea de la cultura nació en 1985 a iniciativa de la desaparecida Melina Mercouri, en aquel entonces ministra de Cultura de Grecia. Atenas abrió el fuego y le siguieron en anos sucesivos Florencia, Akmsterdam, Berlín, París, Glasgow, Dublín, Madrid, Amberes, Lisboa y, este año, Luxemburgo. Le seguirán Copenhague, Tesalónica, Estocolmo y Weimar, que será la primera ciudad de la antigua Europa del Este con este título.
La elección la realiza el Consejo de Ministros de la Unión Europea en atención a los programas presentados por los diferentes municipios, pero es el gobierno de cada país el que defiende y presenta ante este foro las candidaturas de sus respectivas ciudades. La decisión se toma para dos años consecutivos. Así, en diciembre de este año se eligirá la capital del año 2000 y la del 2001.
Entre los muchos obstáculos que tienen que salvar las cinco ciudades españolas en liza, el más difícil es el de la presidencia española de la Unión Europea en el segundo semestre de este año. La decisión final se tomará durante este periodo y está mal visto, aunque puede hacerse, que el país afitrión presente sus propias candidaturas. De todas formas, si no se aprueba la capitalidad múltiple en el 2000, lo que es seguro es que no podrá repetir una ciudad española dos años consecutivos.
La politización de algunas candidaturas será también un obstáculo ya que cualquier elección del Gobierno puede tener una lectura en este sentido. Santiago y Barcelona mantienen alcaldes socialistas; Valencia y Salamanca los tienen del PP, y en Bilbao aún están discutiéndose las coaliciones, aunque la lista más votada es la del PNV.
Babelia
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