Publicar un libro, delito
Su mayor delito: escribir libros, diarios o semanarios y publicarlos. En China, puede significar hasta una pena de muerte.Dasheng Li. Editor de libros chino. Acusado de haber publicado 600.000 ejemplares de Casos de falso sexo, fue condenado en abril de 1993 a 12 años de cárcel.
Jianguo Wam. Editor chino condenado a cuatro años de cárcel por imprimir 60.000 ejemplares de Lotus de oro, un clásico de la literatura erótica china del siglo XVI.
Shengi Fu. Periodista chino. Fundó en 1979 el diario La voz de la democracia. Fue detenido en 1981 y condenado a cuatro anos por disidencia. Arrestado de nuevo en 1991 por haber colaborado en una revista underground. Liberado en febrero de 1993. Detenido de nuevo en junio de 1993, acusado de haber informado sobre la detención de dos disidentes. Condenado, sin juicio, a tres años en un campo de reeducación.
Shuxiang Wang. Editor chino. Sentenciado a muerte en abril de 1993, con dos años de suspensión de la pena, por haber publicado y distribuido libros como Deseo sexual o Curso elemental para el matrimonio u Oscura.
Luis Grave de Peralta. Investigador cubano. Trabajó en el Centro Nacional de Sismología y dio clases de física en la Universidad de Santiago de Cuba. Escribió el libro Temas cubanos o dialéctica recreativa, que no se publicó pero que circuló entre sus amigos. Fue detenido en febrero de 1992 y condenado a 13 años de cárcel por rebelión. El libro fue usado como prueba contra Grave. Se informa que durante tres meses no se le permitió ver a su abogado. En febrero de 1993 fue trasladado a la Prisión de Máxima Seguridad de Camagüey, donde comparte celda con dos convictos de asesinato.
Zengpo Jigme. Maestro de escuela (66 años) en Tíbet. Detenido en 1964 y condenado a tres años por críticas a la religión. Arrestado de nuevo en 1970 por animar a su sobrina a exiliarse en India e informar al Dalai Lama sobre la situación en Tíbet. Fue condenado a 10 años. Detenido nuevamente en septiembre de 1983 por copiar en carteles algunas líneas de su canción La batalla del pueblo tibetano y distribuirlos por toda Lhasa. Fue sentenciado a 15 años. En 1987 esta condena se le incrementa en siete años más por gritar eslóganes a favor de una manifestación de monjes. En diciembre de 1991 manifestó su protesta ante una comisión suiza que visitó la cárcel en que se hallaba recluido. Como castigo, fue golpeado y encerrado en una celda de aislamiento durante seis semanas. La pena se le aumentó en ocho años.
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