Un trasplante engañó a una prueba de 'huella genética'

Los trasplantes de médula pueden confundir los resultados de los análisis de huella genética, que se están utilizando como prueba decisiva en casos de asesinato, violación o identificación de la paternidad. El asunto se ha presentado en una reunión científica celebrada en EE UU la pasada semana y los especialistas se plantean si se podría producir el mismo error en caso de transfusión sanguínea, a la que incluso podría recurrir un criminal para eludir a la justicia.La duda ha surgido a raíz de una prueba de huella genética que erróneamente excluyó a un hombre en un caso de reconocimiento de paternidad. Resulta que el individuo había sufrido un trasplante de médula y el ADN (material genético) que apareció en el análisis de su sangre era el del donante y no el suyo.

Según ha explicado el biólogo Lawrence Chávez, director del laboratorio de diagnóstico de Genetic Design, el hombre admitió posteriormente su paternidad y quiso que se repitiera la prueba de huella genética. Entonces mencionó el trasplante y en el segundo análisis no se utilizó su sangre (producida ya por la médula recibida), sino células extraídas de sus pómulos, con su ADN propio. La prueba de paternidad resultó positiva.

El analisis de huella genética consiste en comparar el ADN de una muestra -normalmente de semen o de sangre- implicada en un caso con el ADN del sospechoso. Así se determina si es la persona que se busca. Su fiabilidad se considera altísima.

Chávez, en la reunión celebrada en el Jackson Laboratory (Maine, EE UU), propuso que se guarden muestras celulares de quienes se van a someter a trasplante para conservar sus genes. El biólogo aventuró que los resultados de análisis genéticos puedan verse confundidos después de simples transfusiones.