Bush condiciona su apoyo financiero a la 'perestroika' a que Gorbachov se olvide de Castro
Después de 32 años sin encontrar el medio para acabar con Fidel Castro, Estados Unidos quiere ahora que sea la Unión Soviética la que, en correspondencia a la nueva amistad entre las dos superpotencias, cargue en este preciso momento con ese trabajo. El cese de toda ayuda soviética a Cuba, indispensable para la supervivencia de¡ régimen castrista, es una de la principales condiciones que Washington pone a las relaciones comerciales entre Washington y Moscú, en vísperas de la cumbre que reunirá a los principales líderes mundiales, a partir de mañana, en la capital británica.
El tema fue detalladamente analizado esta semana en el Congreso norteamericano, donde el secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos, Bernard Aronson, afirmó que Estados Unidos no comprende cómo la Unión Soviética pide ayuda a Occidente mientras entrega anualmente a Cuba 3.500 millones de dólares de asistencia económica y 1.000 millones más de ayuda militar (casi medio billón de pesetas en total).El asunto, según funcionarios norteamericanos, va a ser planteado por George Bush durante la cumbre de Londres y ha sido en los últimos meses objeto de distintas discusiones entre representantes soviéticos y norteamericanos, que buscan una suspensión inmediata de la vinculación entre Moscú y La Habana.
"Hay tres criterios que condicionan el nivel y la naturaleza de las relaciones económicas de Estados Unidos con la Unión Soviética, y uno de esos tres es el apoyo soviético a Cuba", dijo el pasado jueves Aronson ante el Comité de Asuntos Hemisféricos de la Cámara.
Según datos del Gobierno norteamericano, los productos soviéticos constituyen el 70% de las importaciones cubanas. El 90% del petróleo que recibe la isla procede de la Unión Soviética, de donde llegan también granos y productos alimenticios básicos.
Washington sostiene que la Unión Soviética sigue enviando a Cuba los misiles tierra-aire que después son entregados a la guerrilla salvadoreña, así como instrumentos de espionaje que son utilizados para escuchar las comunicaciones comerciales y militares de Estados Unidos.
En una entrevista sostenida el mes pasado con el secretario de Estado, James Baker, Eugene Primakov, asesor de Mijaíl Gorbachov para política exterior, sostuvo que el nivel de la ayuda soviética a Cuba variaría en la misma medida en que se reduzca la amenaza de Estados Unidos sobre la isla y se normalicen las relaciones entre Washington y La Habana.
Aronson aseguró ante los congresistas que Estados Unidos no tiene intención de invadir Cuba.
No es nuestra intención, no lía a ocurrir", dijo, "pero Estados Unidos defenderá sus intereses nacionales y su seguridad nacional como sea necesario y si fuese necesario".
China y Cuba
El pasado 20 de mayo el presidente Bush aseguró en un discurso con motivo del día de la independencia cubana: "SI Cuba celebra elecciones justas y libres bajo supervisión internacional, respeta los derechos humanos y a institución deja de trasladar la subversión a sus vecinos, se puede esperar que las relaciones entre los dos países mejorarán significativamente".
Algunos congresistas norteamericanos han llamado la atención sobre el hecho de que el Gobierno pida tratamiento de nación más favorecida para China al mismo tiempo que exige el aislamiento económico de Cuba, pero Aronson considera que ambos países experimentan procesos distintos.
El Gobierno norteamericano reconoce que la Unión Soviética ha reducido en el último año su ayuda a Cuba, pero no lo suficiente 1.000 millones de dólares menos.
Sin embargo, no está de acuerdo en que la relación comercial entre La Habana y Moscú, que ahora está establecida en su mayor parte en dólares norteamericanos, haya dejado de ser una simple donación.
El balance de la situación interna cubana hecho por el subcomité de la Cámara indica que Fidel Castro está absolutamente aislado dentro de su propio régimen y que ha crecido entre el aparato del partido comunista cubano el convencimiento de que hay que introducir cambios.
El problema es que nadie sabe cómo decírselo a Castro", señaló Aronson.
Estados Unidos cree que sólo el corte total de la ayuda soviética puede permitir una transición hacia la democracia en la isla, y está decidido a que Moscú se comprometa a ello antes de avanzar en la relación comercial que solicita el presildente Miajíl Gorbachov.
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