El fracaso del éxito

No existe una cifra mágica que nos convierta de la noche a la mañana en uno de los países más saludables de Europa. Es sorprendente la versión tan optimista de nuestra realidad sanitaria que se obtiene al leer la referencia que da su periódico el día 4 de octubre en relación con unas manifestaciones del ministro de Sanidad. Aunque algunos indicadores de salud han mejorado de forma importante en los últimos 25 años en España y en el grupo de países desarrollados, la sensación general de bienestar o de salud personal disminuye entre la población y es evidente la discrepancia entre la realidad cotidiana y algunos indicadores objetivos.Para algunos expertos, el aumento de la esperanza de vida es un mito. La esperanza de vida ha aumentado estadísticamente unos 25 años desde 1900, pero gran parte de este aumento es debido al descenso de la mortalidad infantil. Vivimos más años, pero pasamos gran parte de nuestra vida enfermos. Hemos cambiado los procesos infecciosos agudos por enfermedades crónicas y degenerativas relacionadas en gran parte con nuestro estilo de vida. La medicina actual no cura estas enfermedades, pero es capaz de mantener con vida a los pacientes, retrasando la progresión de la enfermedad y controlando las complicaciones que hace años eran mortales. Este aumento de la prevalencia de ciertas enfermedades debido a los avances médicos es a lo que Gruenberg denominó hace años el fracaso del éxito. Una cifra y una clasificación de países puede tener un valor orientativo, pero el propósito fundamental y realista de los modelos de promoción de la salud en la comunidad es valorar más los criterios de calidad de la vida e intentar reducir o comprimir la morbilidad: enfermar menos y a la edad más avanzada posible. Añadir vida a los años y no años a la vida.-