La pasión por la lengua
En Sevilla nadie ha cuestionado públicamente la importancia y el interés de las lenguas vasca, catalana y gallega. Aquellos pocos participantes en el congreso de Sevilla que se negaron en redondo a la aprobación del documento redactado por los directores de los departamentos de filología catalana, gallega y vasca -los profesores Joan Solá, Rafael Alemany, Joan Mascaró, Joan Miralles, Pello Salaburu y Antoni Ferrando- justificaron su actitud en razones de diversa índole (administrativas, de competencias, de oportunidad ... ), pero nunca, en ningún momento, basaron su negativa en la oportunidad de enseñar en toda España el catalán, el gallego y el vasco.Pero el tema despierta pasiones y reacciones enconadas, como ocurrió en la asamblea de Sevilla. "Esto es un pleito que no existe", señaló el lingüista Gregorio Salvador, que consideró "intolerable e inaceptable la discusión de este tema en la asamblea".
También de forma apasionada se manifestó el filólogo valenciano Germán Colón, profesor de la universidad de Basilea (Suiza), que momentos después de finalizar la votación se levantó de su asiento y dijo: "Me siento avergonzado de esta animosidad hacia las otras lenguas. Me siento español y soy de lengua materna catalana". La mayor parte de los participantes en la asamblea comenzaron a aplaudir las palabras de Colón, que más tarde declaró a este periódico: "no me parece bien la actitud de algunos de refugiarse en razones de índole administrativa".
El origen de la propuesta de los profesores vascos, catalanes y gallegos arranca del congreso de hispanistas que se celebró el pasado mes, de junio en la localidad polaca de Poznan y en la que los profesores Joan Solá y Pello Salaburu tomaron la decisión de redactar un documento, "amparados en el artículo 3.3 de la Constitución", que presentarían al congreso de Sevilla. El artículo de referencia señala que la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.