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Un grupo de filólogos asegura que el catalán puede desaparecer en un futuro próximo

Los responsables de normalización linguística consideran catastrofista la conclusión

Dos artículos de lingüistas aparecidos simultáneamente en sendas publicaciones catalanas, uno firmado por Modest Prats y otro por August Rafanell y Albert Rossich, han iniciado en Cataluña una polémica sobre el futuro del idioma catalán. Ambos artículos concluyen que el catalán podría desaparecer de no modificarse sus actuales condiciones de subsistencia. Rafanell y Rossich aseguran incluso que el proceso puede ser irreversible en un plazo de 50 años. El director de Política Lingüística de la Generalitat, Miquel Reniu, considera "catastrofista, dramática, absurda y grotesca" esta apocalíptica conclusión. Y Aina Moll, actual coordinadora de la campaña de normalización lingüística en Baleares, afirma que "el catalán avanzará si no lo estropean catastrofistas y radicales".

Ambos artículos reconocen que se han producido avances en el conocimiento del idioma cataIán pero concluyen que su uso se ve constantemente: degradado hasta el punto de que en el futuro podría verse substituido por el castellano. La política lingüística de la Generalitat ha servido para evitar la muerte pero no para sacar al moribundo del estado de coma, afirman.Reniu manifestó ayer a este diario que es "catastrofista hablar de la muerte del catalán cuando este idioma vive un momento de gran vitalidad, cuando en estos momentos el índice de comprensión del catalán alcanza a más del 90% de los ciudadanos de Cataluña".

El sociolingüista Rafael Ninyoles, autor de Estructura social ¡política lingüística y responsable de numerosos estudios la situación de la lengua catalana en el País Valenciano, afirmó: "Si ya es difícil prever en estos momentos el futuro económico de Europa, las profecías autodestructivas sobre el futuro de una lengua pueden tener intenciones muy respetables pero no son aplicables desde un punto de vista científico". Moll aseguró que "el catalán sólo desaparecerá si los catalanes permiten que desaparezca. Si pudiera desaparecer por la imposición de otra lengua, ya no existiría porque, por ejemplo, Franco hizo todo lo que pudo para ello".

Situación de tolerancia

Mucho menos optimista es Modest Prats, que, aunque reconoce que la normalización lingüística ha conseguido detener la muerte segura del catalán, insiste en que la situación a la que se ha llegado es de mera "tolerancia". "Nunca como ahora habíamos conocido una situación de bilingüismo real tan extendido y profundo", hasta el punto que "por primera vez se puede vivir cómodamente en Cataluña sin conocer el cat alán". Antoni Ferrando, catedrático de Filología en la universidad de Valencia,afirmó que es dificil prever qué pasará en el futuro con una lengua, aunque consideró que la situación actual del catalán "tiende hacia una progresiva minorización lingüística, en unos lugares, como el País Valenciano, más rápidamente y, en otros, como Cataluña, con más lentitud".

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