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Havel discute con Bush los cambios en el Este

El presidente George Bush anunció ayer la concesión del estatuto de nación más favorecida a Checoslovaquia tras una cordialísima entrevista mantenida en la Casa Blanca con el jefe del Estado checoslovaco, Vaclav Havel, a quien Bush calificó de "héroe de la revolución de 1989". En la entrevista, en la que los dos presidentes discutieron los cambios en la Europa del Este, la unificación alemana y el futuro de las alianzas militares en el continente europeo, Bush reiteró a Havel el propósito norteamericano de mantener "una fuerte presencia militar" en Europa.Havel, que inició ayer una visita oficial de cuatro días a Estados Unidos, había insistido en repetidas ocasiones, antes de su reunión con Bush, que el propósito de su viaje no era pedir dinero. "No vengo con la mano extendida", dijo Havel en declaraciones a la cadena de televisión CNN.Bush se hizo eco de estas declaraciones al dirigirse a Havel: "Señor presidente, usted no ha solicitado ayuda económica norteamericana y ha dejado claro el deseo de la Checoslovaquia democrática de hacer negocios de igual a igual". "En este sentido", añadió Bush, "me alegra anunciar que *he decidido anular la aplicación de la Enmienda Jackson-Vanik a Checoslovaquia y que tan pronto el Parlamento checo apruebe una nueva legislación liberal sobre emigración, se concederá a Checoslovaquia el estatuto de nación más favorecida.La citada enmienda, dirigida principalmente a la Unión Soviética" es una cláusula añadida a la ley de Comercio Exterior de 1974, que impide la aplicación de los beneficios de nación más favorecida a los países que ponen trabas a la libre emigración de sus ciudadanos.Elogios a Havel

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Bush, que en sus palabras no regateó elogios para Havel, al que calificó de "hombre de un tremendo coraje moral y uno de los héroes de la revolución de 1989", aprovechó la oportunidad para defender el papel de la Alianza Atlántica, que continúa desempeñando, dijo, "un papel vital para asegurar la estabilidad y la seguridad de Europa en este mornento histórico". Igualmente, añadió Bush, Estados Unidos desempeña su papel (en el futuro europeo) "con una fuerte presencia militar que asegure nuestra seguridad y la de Europa".

La declaración de Bush sobre la presencia militar norteamericana en Europa contrasta con unas declaraciones anteriores hechas por Havel a la CNN en las que el autor-presidente manifestó que, en su opinión, "las tropas norteamericanas pueden abandonar Europa porque ya no son necesarias".

Havel, el primer líder oriental que visita Washington desde la caída de los regímenes comunistas en la Europa del Este, manifestó que deseaba explicar a Bush el proceso político que había seguido su país, la futura política exterior de Checoslovaquia y su visión de los cambios en Europa. El presidente checo realizó una visita oficial a Canadá antes de trasladarse el lunes por la noche a Washington.

Funcionarios norteamericanos manifestaron que la unificación alemana fue uno de los temas discutidos por Havel en su reunión con Bush, aunque el presidente checoslovaco ha dejado bien claro, en entrevistas concedidas a la Prensa estadounidense antes de su viaje, que Checoslovaquia no comparte los temores de algunos países del este de Europa, principalmente Polonia, en relación con la unidad alemana.

El mensaje que Havel ha llevado a Bush, y que amplía hoy miércoles, en una alocución a las dos cámaras del Congreso, es un mensaje de europeísmo y de anclaje de Checoslovaquia en las estructuras democráticas europeas.

En sus declaraciones a diversos medios de comunicación norteamericanos, Havel manifestó que, en su opinión, era necesaria la convocatoria de una conferencia de paz que pusiera fin definitivamente al "legado de la Segunda Guerra Mundial".

"Es preciso diseñar un nue vo orden de seguridad para Europa", dijo Havel.En cuanto a la salida de los 73.000 soldados soviéticos de Checoslovaquia, Havel predijo que llevaría tiempo. "Si medio millón de hombres pudo llegar en una noche [una alusión a la intervención soviética durante la primavera de Praga], podría parecer que 73.000 podrían retirarse en una semana. Sin embargo, no es así porque no sólo se trata de repatriar efectivos, sino de una serie de factores complicados, como la retirada de armamento y el cierre de instalaciones militares", añadió.

Havel, que se entrevistará mañana con el secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, antes de regresar a Praga, es la segunda vez que visita Estados Unidos. Su primer viaje se produjo hace 20 años para asistir al estreno en Nueva York de una de sus obras prohibidas en Checoslovaquia.

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