Más datos
¿Qué ha pasado en estos tres últimos meses para que España proponga ahora a los doce una resolución que rechazó en noviembre? El director general de Medio Ambiente, Fernando Martínez Salcedo, se esforzó el jueves pasado por explicar en Bruselas que desde entonces la CE dispone de muchos más datos sobre el debilitamiento de la capa de ozono, incluido el Polo Norte, y que, con vistas a la cita de Londres, era indispensable adoptar previamente una posición común.Muchos científicos creen ya que la concentración de gases industriales en la atmósfera destruye la capa de ozono y genera el llamado efecto invernadero, que, de aquí al año 2050, puede provocar un aumento de la temperatura en la superficie de la Tierra de entre 1,5 y 4,5 grados centígrados -en Europa sería ligeramente superior-, con espectaculares consecuencias climáticas , como la elevación del nivel de los mares y modificaciones de la productividad agrícola.
El informe remitido en noviembre por la Comisión Europea al Consejo de Ministros señala que el debilitamiento de la capa es achacable en un 50% al dióxido de carbono (C02); en un 25%, a los clorofluorocarbonos (CFC), y en otro 25%, a diversos gases, entre los que destaca el metano. Los titulares de Medio Ambiente de la CE alcanzaron en junio pasado un acuerdo para reducir las emisiones de C02, y ahora España propone otro para disminuir en nueve años en un 85% la producción de CFC.
Un millón de toneladas de CFC son producidas anualmente en el mundo, de las que un 40% se fabrica en Europa y, aproximadamente, un 7,5% en tres fábricas, dos alemanas y una francesa, instaladas en España. Un tercio de la producción es utilizado en los aparatos de refrigeración y aire acondicionado; un 25%, en la fabricación de espumas plásticas expansibles, corno los poliuretanos y el poliestireno, y otro tanto es empleado en los propelentes de aerosol.
Reemplazar a los CFC en los propelentes es fácil, pero no ocurre lo mismo con los equipamientos de refrigeración porque sus propiedades termodinámicas son dificilmente igualables. Los compuestos más complejos y parcialmente halogenados que se están investigando resultan, por ahora, cinco veces más caros que el producto al que sustituyen.
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