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UNA DICTADURA EN LA ENCRUCIJADA

Los chilenos deciden hoy la suerte de la dictadura de Pinochet

Un total de 7.435.913 electores podrá hoy, con un simple palote vertical, decir no al general Augusto Pinochet, que gobierna Chile de forma dictatorial desde hace 15 años. Si triunfa el sí en el plebiscito, Pinochet continuará como presidente del país nueve años más, hasta 1997. En vísperas de la consulta, el Ministerio del Interior aseguró que ésta se celebrará, y declaró que "nada ni nadie podrá impedir la plena culminación del acto electoral, para lo cual empleará todos los medios que la Constitución y la ley le confieren".

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La declaración del Gobierno sale al paso de las sospechas manifestadas en Washington por un portavoz del Departamento de Estado que declaró que la Administración de Reagan tomaba en serio el conocimiento de informes según los cuales el régimen chileno planea cancelar el plebiscito o anular sus resultados. El embajador de Chile en Washington había sido citado por el Gobierno de Estados Unidos para que informara sobre los supuestos planes de impedir la celebración del plebiscito.El embajador de Estados Unidos en Santiago, Harry Barnes, fue ayer al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde le había convocado el ministro, Ricardo García. También ayer, Pinochet ofreció a Washington plenas garantías de que se celebraría el acto electoral y se respetaría su resultado.

Según fuentes diplomáticas occidentales, las informaciones que causaron preocupación al Gobierno de Washington se refieren a contactos entre miembros de la oposición, que tuvieron conversaciones específicas con militares". De estas entrevistas se deducía que los militares no estaban dispuestos a aceptar una derrota en el plebiscito. Esto fue supuestamente confirmado en fuentes independientes. La nota oncial del Ministerio del Interior chileno denuncia "la burda maniobra de la oposición de desinformar a países extranjeros" y rechaza "todo intento de intromisión de cualiquier nación extranjera en nuestros asuntos internos". Pasa a la página 3 Más información en las páginas 2, 4 y 5

Confianza y temor entre los opositores a Pinochet

Viene de la primera páginaEl comunicado del Gobierno sobre el plebiscito de hoy aprovecha para atacar a los opositores, "y lamenta que chilenos puedan prestarse para utilizar tan deleznables procedimientos, con lo que causan una gravísima ofensa a Chile, que una vez más es víctima de ataques aleves de algunos de sus propios hijos".La noticia de la intervención desde Estados Unidos ha tranquilizado en parte los ánimos de los opositores a la dictadura. Los partidarios del no están seguros de un triunfo claro, pero temen que no sea reconocido o se produzca una maniobra desde el poder para impedirlo. La víspera del plebiscito en Chile se palpaba mucha más seguridad en el triunfo entre los partidarios del no, pero la alegría no se manifestaba claramente. Pesaba mucho el temor. Son pocos los que creen con seguridad que la dictadura vaya a infligirse un

de la Conferencia Espiscopal, Carlos González, escribió en un mensaje: "Quiero pedir a las autoridades la máxima transparencia durante el acto plebiscitario. Sólo en la verdad se asegura la confianza en los resultados. La transparencia no se transa. Asimismo, pido a todas las fuerzas del orden que realicen su tarea como lo han hecho en el pasado, con toda la profesionalidad y madurez que puedan hacerlo". El obispo reconoce en su mensaje que "de hecho hay un clima de violencia fuerte. Hay odios, hay agresiones, hay resentimiento". Añade el prelado que "el segundo problema que afecta a nuestro país en este tiempo se llama el miedo. Es la inseguridad, es la duda, es el nerviosismo. Mi opinión personal es que hay mucho miedo y todos viven en la incertidumbre".El Partido Comunista acusó al Gobierno de "seguir adelante en la aplicación de su plan de provocaciones, con el propósito de crear un clima propicio, que le facilite el desconocimiento del ya indiscutible triunfo del no". Los comunistas afirman que el apagón de la noche del sábado fue un "apagón dictatorial que ha tenido el burdo propósito de anular el impacto de la gigantesca concentración opositora y crear un clima de amedrentamiento del harakiri plebiscitario."Máxima transparencia"El obispo de Talca y presidente pueblo".El viceministro del Interior, Alberto Cardemil, declaró ayer que no habrá estado de emergencia, ni toque de queda, con motivo del plebiscito, pero advirtió, en una reunión con 15 periodistas extranjeros: "Van a ver una gran presencia preventiva de fuerzas de orden público y de seguridad. A la pregunta de este corresponsal de cuál sería la actitud de la fuerza pública ante la celebración de un eventual triunfo del no en las calles, Cardemil reconoció: "La tarde del 5 está cargada de tensiones y se puede traspasar fácilmente la frontera entre la alegría y el desorden". El subsecretario dijo también que las fuerzas de seguridad "tienen orden de actuar previniendo y con suma prudencia". A los periodistas chilenos les dijo Cardemil que, ante la actuación de la fuerza pública hoy, sólo tienen que temer los que tienen problemas de conciencia o deudas con la justicia".En la entrevista con periodistas extranjeros abordó Cardemil el tema del joven Pedro Vargas, que murió la tarde del domingo, como consecuencia de los disparos efectuados por un carabinero. Para Cardemil, la información que dio del hecho la Prensa extranjera demuestra la mala fe en las informaciones sobre Chile. Explicó el subsecretario que la muerte fue "un hecho policial, que se presenta inserto en circustancias políticas".Los 7,4 millones de inscritos en el censo baten todas las marcas de la historia de Chile. De los votantes 3,8 millones son mujeres y 3,6 hombres. Un 48% del total son menores de 35 años, que votarán por primera vez en una elección presidencial. Casi un 40% del censo está inscrito en la Región Metropolitana, equivalente al gran Santiago. Los perfiles sociológicos dicen que las mujeres se inclinan hacia el sí y los jóvenes por el no, que también parece imponerse en las concentraciones urbanas. La última elección presidencial en Chile se celebró el 4 de setiembre de 1970. En aquella ocasión, el socialista Salvador Allende consiguió 1.070.334 votos. El conservador Jorge Alessandri llegó a 1.031.159. El democristiano Radomiro Tomic obtuvo 821.801 votos. Eran los tiempos de los famosos tres tercios casi similares entre la derecha, el centro y la izquierda. El carácter plebiscitario de la elección de hoy rompe este esquema y coloca a los chilenos entre el no a Pinochet y el "¡Viva las caenas!".

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