Las propiedades 'mágicas' del ginseng y las algas son falsas, según un experto británico

Las propiedades saludables y mágicas atribuidas a muchos alimentos, entre ellos el ginseng o las algas, son falsas, según el doctor Arnold Bender, ex catedrático de la universidad de Londres y experto en nutrición. El científico británico afirma que no hay dietas milagrosas para la obesidad y que detrás de la nueva moda de los alimentos naturales se pueden esconder serios peligros para la salud, según manifestó ayer en los cursos de verano organizados por la universidad Complutense de Madrid en El Escorial.

"Las propiedades atribuidas a estos alimentos saludables, que la gente cree que curan todo, son seguramente falsas. En la mayor parte de los países se encuentra gente que compra ginseng, vinagre de sidra, algas, polen, selenio, carotenos, con la experanza de que van a vivir más, van a tener una maravillosa memoria, una potencia sexual extraordinaria y que van curarse de muchas enfermedades", manifestó Bender. A su juicio estas sustancias se caracterizan por ser "inusuales, exóticas y caras".El investigador británico asegura que la moda de los alimentos saludables, difundida masivamente a través de los medios de comunicación, "es una forma más de ganar dinero". "Además", añade Bender, "el 35% de las personas que se encuentran mejor de sus dolencias con estos alimentos lo consiguen merced al denominado efecto placebo. Mejoran porque creen que mejorarán, no porque el alimento les haya proporcionado un efecto beneficioso".

Bender destacó ayer en los cursos de verano de la universidad C omplutense la necesidad de ingerir con cautela este tipo de alimentos y apeló al "sentido común" de los consumidores. El científico explicó que se está restringiendo el uso de ese término porque en algunos países los productos manufacturados, se etiquetan como naturales: "La mantequilla es natural, la margarina está derivada de productos naturales. Pero se olvida que puede haber muchas toxinas en estos alimentos naturales que causan problemas de salud. Hay que cocinarlos, extraerles esas toxinas o elaborarlos para hacerlos seguros", señaló Bender, quien forma parte de un grupo de expertos del Reino Unido que investiga la posible toxicidad de estos alimentos sin procesar.

Leche de cabra

Bender investiga, entre otras cuestiones, la toxicidad de la leche de cabra, cuya, ingestión está de moda en el Reino Unido y que puede estar contaminada, según este experto, "debido a que la cabra come arbustos y hierbas salvajes que pueden ser tóxicas y que se transmiten a la leche y sus derivados".El científico británico defiende una dieta alimenticia lo más variada posible, "con la que se obtienen dos objetivos: conseguir todas las vitaminas y minerales necesarios y, además, no ingerir cantidades exageradas de sal, azúcar o grasas. Eso sí, la mayor parte de la gente no lo hace. No existen alimentos desaconsejados, sino malas dietas", concluyó.

Bender, doctor honoris causa por la Complutense, explicó en inglés, con ayudadel voluntarioso castellano de su esposa, que la dieta española es diferente en cada núcleo de población. "Obviamente", dijo "la beneficiosa dieta mediterránea está cambiando y ahora es más nca en grasas".

En los países mediterráneos, además de la alimentación, Bender considera que existen algunas costumbres saludables, entre otras, un ritmo de trabajo más pausado que en los países nórdicos y la siesta española, a la que este jubilado británico no renunció ayer en El Escorial.